Weah puede presidir Liberia

El mejor futbolista africano de todos los tiempos, Balón de Oro en 1995 entre otros muchos títulos, lucha hoy por ganar el partido más importante de su vida: las elecciones a la presidencia de su país, Liberia. George Manneh Oppong Weah, más conocido como George Weah, nació hace 39 años en Liberia, un país situado en el oeste de África, extenuado por catorce años de Guerra Civil (1989-2003) y que, tras dos años de transición tras la firma de la paz, camina hacia su reconstrucción. Fue precisamente en el periodo más difícil para Liberia cuando Weah cosechó sus grandes éxitos. Jugó en los mejores clubes de Europa: Mónaco (1988-1992), PSG (1992-1995), Milan (1995-2000), Chelsea y Manchester City (1999-2000), Olympique de Marsella (2000-2001), y acabó su carrera en 2002 en el Al-Jazira, de los Emiratos Árabes.

"Yo no quiero nada, no tengo hambre de poder, pero las gentes han venido a buscarme", se justifica Weah. Identificado como el hombre del pueblo, su compromiso permanente con las actividades humanitarias le llevó en 1997 a ser nombrado embajador de Buena Voluntad de UNICEF, cargo que ha tenido que abandonar para presentarse a las elecciones.

A los comicios acuden 22 candidatos, pero la lucha presidencial se reduce a dos: Weah, líder del Congreso para el Cambio Democrático, y Ellen Johnson-Sirleaf, del Partido de la Libertad, una economista de 66 años licenciada por la Universidad de Harvard, ex ministra y ex funcionaria de la ONU. Son las dos opciones opuestas: el candidato popular, encarnado en el futbolista de origen humilde y la candidata conservadora, representante de las clases más elevadas. Pero este partido Weah lo juega con una aparente ventaja: de las 1,3 millones de personas con derecho a voto (Liberia tiene 3 millones de habitantes), una cuarta parte tiene menos de 23 años y el 50%, menos de 30. Los jóvenes son, precisamente, sus mayores seguidores .

George basa su discurso en una mejora social a todos los niveles y en cosas a veces tan simples como "poder entrar en las casas, encender la luz y tomar un vaso de agua". "Los políticos han estado allá arriba y las masas abajo por muchos años. Es tiempo de que las masas suban", proclama Weah en sus mítines. De él ha dicho Nelson Mandela que "es el orgullo de África" y Berlusconi, propietario del Milan y presidente del Gobierno italiano, augura que puede ser "el campeón por la paz" en su país.

Es el gran favorito, pero el partido hay que jugarlo... y ganarlo. Y si no, a la repesca. Porque si ningún candidato supera hoy el 50% de los votos habrá que recurrir a una segunda vuelta el 8 de noviembre.