El Lyon confirmó su liderazgo del grupo F de la Liga de Campeones con una victoria a domicilio sobre el Rosenborg (0-1) marcada por el regreso del noruego John Carew al estadio que le dio a conocer en Europa y decidido con un solitario gol del central brasileño Cris.

Tanto el conjunto escandinavo como el francés comenzaron el partido con demasiadas reservas. Los noruegos temían la velocidad y la contundencia de los galos, mientras que éstos no se fiaban de un Rosenborg que ya había sorprendido al Olimpiakos hace quince días en Atenas y que contaba con el público y con el frío como aliados.

Ante los escrúpulos de unos y otros, el encuentro se disipó en una lucha en el centro del campo sólo rota por tímidos acercamientos a las porterías. Hubo que esperar a la recta final de la primera parte para ver como uno de los contendientes, el dirigido por Gerard Houllier, terminaba de creerse que el choque se ganaba acosando la portería rival.

Sin reacción local

Primero avisó Juninho Pernambucano con un libre directo bien amarrado por Johnsen. Y en la jugada siguiente, Cris adelantaba al Olympique Lyon con un remate de cabeza desde dentro del área chica. El gol pareció espolear a los noruegos, que aún tuvieron tiempo de llevar algo de incertidumbre a la meta de Coupet antes del descanso. Pero sólo fue un atisbo que se disipó en la reanudación.

El Lyon se hizo fuerte en la medular gracias a su superioridad física y comenzó a meter miedo con las llegadas de Carew, las penetraciones de Malouda por la izquierda y el juego exterior de Juninho.

Hasta el minuto 75 el Rosenborg no pareció darse cuenta de que el partido se le escapaba. Volvió a presionar, a irse a arriba y a comprometer la seguridad de la meta de Coupe mientras los franceses aguardaban al contragolpe. Sin embargo, ya era demasiado tarde y Lyon supo manejar los instantes finales.