La RFEF decide que no se repita el Pontevedra-Rayo

El Pontevedra-Rayo no se repetirá. Competición ha decidido no atender la impugnación del club granate por considerar que no es el órgano adecuado para hacerlo, y al entender que, en todo caso, es decisión discrecional del colegiado suspender o dar continuidad a una acción del partido por una incidencia en el juego. De esta forma, desestimaba a la petición del Pontevedra

Ahora la directiva tiene diez días para estudiar si recurre ante Apelación, aunque como dejó claro el presidente Nino Mirón llegarán hasta el final. "Se produjo un atropello, una gran injusticia. Si iniciamos el proceso, no nos vamos a quedar ahora con los brazos cruzados, porque nos asiste la razón. Es mejor ir por la vida de frente que vivir de rodillas. Esa es mi manera de actuar".

Por su parte el director general, Elías Espiñeira, informó de que el mismo comité ha atendido el resto de alegaciones y se desestima la clausura de Pasarón. Del mismo modo, considera que no es el Pontevedra responsable de los desperfectos del coche del colegiado.

Tarjetas.

Igualmente, el Juez Único ha decidido quitar a Charles y Tiago una de las dos tarjetas, por lo que podrán jugar ante el Lanzarote. Sin embargo, el resto de expulsados (Alberto Argibay, Fede Bahón y Mannara) fueron sancionados con un partido, aunque en el caso del central y capitán se va a solicitar de momento la cautelar.

El Rayo tenía ya preparadaslas alegaciones

El Rayo estaba preparado ante cualquier eventualidad, aunque los dirigentes del club madrileño estaban convencidos de que la impugnación del Pontevedra no prosperaría ante el Comité de Competición. Eso sí, la entidad vallecana estaba lista por el si este órgano disciplinario le solicitaba cualquier tipo de documentación o de alegaciones en el hipotético supuesto de que hubiese abierto un expediente informativo de este caso.

Pablo Mannara pidió disculpas por sus palabras

Pablo Mannara, que recibió el apoyo de su presidente y entrenador, pidió disculpas por sus declaraciones tras el partido, en las que manifestaba que "al árbitro había que matarle": "No dormí en toda la noche con la repercusión de esas palabras. En diez años de profesional sólo me expulsaron una vez. Estaba a mil revoluciones, pero no quise decir eso. Es una expresión habitual en Argentina, pero trasladada aquí es un problema".