NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Internacional | Inglaterra

Los jugadores del United están hartos de Queiroz

Creen que su táctica olvida las esencias del fútbol inglés

<b>CUESTIONADO. </b>Queiroz aguanta el tirón a la sombra de Ferguson.
reuters

Los jugadores del Manchester United se cansaron de nuevo y están en rebeldía. Y tienen en el disparadero a un solo culpable: Queiroz. El ex entrenador del Madrid ha sido el precursor de los cambios tácticos que llevaron al título en el 2003 (de ahí la fe que Ferguson tiene en él) y de los que se están produciendo esta temporada. El United juega un 4-3-3 que se convierte en un 4-5-1, como se vio especialmente ante Manchester City, Villarreal y Liverpool. Los tres acabaron en empate tras un total de sólo cinco lanzamientos a portería en 270 minutos de fútbol.

La táctica.

Los jugadores se quejan de que la táctica de Queiroz olvida las esencias del fútbol inglés. El exceso de especulación ha puesto de los nervios a los jugadores, acostumbrados a vivir al filo de la navaja, con constantes subidas y bajadas, centros al área, contraataques. Lo de la pausa no les va. Además, algunos están siendo relegados (Giggs por ejemplo) o vendidos a otros clubs (Neville).

Pero el club, consciente de la dificultad de batir al Chelsea, se ha propuesto remodelar la plantilla y basarla en Rooney, Cristiano Ronaldo y Fletcher. Y en el centro de operaciones parece que seguirá Queiroz, la mano derecha de Ferguson, convertido en una figura casi simbólica que pone la cara pero que se deja guiar por el luso. Su fe en él es tal que no dudó en repescarle tras su frustrado paso por el Madrid. Sólo la jubilación de Keane, en su día, podría hacer cambiar de opinión a Ferguson.

El ministro de Deporte culpa a la TV

El debate está en la calle: ¿es ésta la Liga inglesa más aburrida de la historia? El Chelsea marca cuando quiere. El United tiene dificultades en crear ocasiones. El Arsenal pierde a menudo. Richard Caborn, ministro de Deporte, cree que el bajón en la asistencia a los campos se debe al número de partidos que se retransmiten por televisión y al precio de la entradas.