Primera victoria del Albacete

El Albacete obtuvo su primera victoria de la temporada al imponerse al Lorca con un gol del uruguayo Pacheco de penalti, conseguido en un partido en el que los albaceteños no llegaron a despejar las dudas generadas en este inicio liguero. El Lorca, bien posicionado hasta que encajó el gol, evidenció falta de pegada.

Que Ferrando sigue con sus pruebas de pretemporada, lo demuestra el que metidos ya en la cuarta jornada sigue sin encontrar un "once", pero eso, que puede ser un mal endémico del oficio de entrenador, no es tan preocupante como la apuesta futbolística que plantea un equipo al que, y se le está buscando, alguien tildó de favorito.

El balonazo arriba como gran arma ofensiva buscando la segunda jugada derivada del rechace, es lo único que propuso en el primer tiempo un Albacete que se encontró con un Lorca que, muy bien posicionado, cortó cualquier atisbo de penetración por la bandas.

Con este panorama, el peligro manchego sólo podía llegar a balón parado. Y ahí, el Lorca, dio muchas facilidades porque no se cortó lo más mínimo en realizar una falta tras otra. Gracias a una de ellas, llegó la mejor ocasión manchega; fue a los veinte minutos, cuando Pacheco, muy lejos de su nivel del año pasado, puso en serios aprietos a Jauregui.

Los Emery, con un Alex Alves propietario del centro del campo, gozó de una buena oportunidad, fue a los nueve minutos, cuando Gorka obligó a Sanzol a estirarse por alto para mandar a córner, a la salida de éste, Alexandre estuvo a punto de marcar con un disparo cruzado. Con empate a cero, y pobre imagen albaceteña se llegó al descanso.

Reacción

Después del descanso el Albacete salió con otra disposición. Fruto de ella fue la jugada del uno a cero, Pacheco a lo Laudrup dio un pase al interior del área para Aranda que solo ante Jauregui fue trabado por Castellanos. El consiguiente penalti fue materializado por Pacheco. Un minuto después el propio Pacheco falló un gol cantado.

En un principio, el tanto descompuso el orden defensivo del equipo murciano que no sabía como parar las acometidas manchegas, pero al ver que el oso no era tan fiero como lo pintaban, los lorquíes se fueron en busca de la portería manchega, con más corazón que cabeza, pero se fueron. El partido se abrió y sin dueño claro, el resultado pasó a ser bastante incierto para los de Ferrando.