La clave de este Atlético es la preparación física. Bianchi quiere asfixiar a los rivales con una presión en el centro del campo incesante. El equipo tiene que estar a tono físicamente para conseguir este objetivo y los jugadores que estén sobre el terreno de juego tienen que ser once perros de presa.

La prensa argentina coincide en señalar que los equipos de Bianchi alcanzan su mejor momento futbolístico cuando adquieren su plenitud física. Los equipos de Vélez y Boca, que dirigió Bianchi, tenían un denominador común: una gran agresividad durante los 90 minutos. Ese gran momento físico lo conseguían a partir del tercer mes de competición.

El Profe Julio Santella no es un preparador físico al uso y siempre ha ido de la mano del Virrey. Santella tiene un protagonismo en los entrenamientos muy importante por su forma de trabajar con los jugadores.

Su cometido comenzó el 9 de julio en el primer stage de la pretemporada. "Si no son capaces de correr 40 minutos de aquí a allá, dedíquense a otra cosa", así era la manera que tenía de estimular Santella a la plantilla en los pinares de San Rafael. Las dobles sesiones de trabajo de dos horas y los circuitos físicos se convirtieron en la dinámica habitual. Los jugadores eran los primeros en sorprenderse por la dureza física de las sesiones inagurales.

Lo importante no era tener la vista perfilada en los partidos amistosos, sino sudar la gota gorda. Perea asombró al cuerpo técnico por su capacidad física en una sesión en la que realizaron siete series de 1.000 metros. El ritmo de los entrenamientos era realmente abrumador, algo que no era del todo extraño, teniendo en cuenta que estábamos en el primer tramo de la pretemporada. El trabajo físico y las dobles sesiones volvieron a ser la rutina del 27 de julio al 8 de agosto en Inglaterra.

Únicamente se levanta el pie del acelerador cuando se acercan los partidos. Bianchi explica a Santella el rendimiento que quiere sacar de cada jugador. "Gracias al Profe estamos haciendo un gran trabajo de pretemporada", esta afirmación de Luccin hace pocos días no era un cumplido para quedar bien. El momento de forma del francés está sorprendiendo a propios y a extraños gracias a la labor de Santella.

El trabajo físico no termina en pretemporada. El Atlético acusó la segunda parte del partido contra el Zaragoza. En los segundos 45 minutos el rendimiento del equipo disminuyó considerablemente por el cansancio físico. Bianchi sabe que el equipo no tendrá ese bajón físico y por consiguiente de juego, si se encuentran bien de forma.