Intertoto | Deportivo 2 - Newcastle 1
Andrade premia el empuje deportivista
Golazo tras una gran cabalgada del luso en un choque con muchas ocasiones locales
El Newcastle (y Caparrós, me atrevería a apuntar) conocieron anoche la cara y la cruz del Deportivo. Lo mejor, su fútbol trepidante de la primera parte. Un once sin concesiones (no hay más cera que la que arde). Lo peor, su tierna defensa. Aún está blandito para las reyertas que Caparrós propone.
Riazor tiene buen estómago y en los últimos años se ha acostumbrado al arroz con bogavante. Pero había recelo en la grada en este arranque de temporada sobre la frescura del marisco del vestuario deportivista. Anoche Caparrós quiso disipar dudas. El utrerano aliñó su once con todo el marisco que encontró en su vestuario. Hacía tiempo que no se veían tantos deportivistas por delante del balón. Tantos y tan hambrientos. Munitis y Rubén, sustitutos de los empachados Valerón y Víctor, permutaron insistentemente sus posiciones castigando a sus estáticos defensores. El cántabro afiló la banda derecha con la ayuda de Manuel Pablo y en una de sus visitas a la línea de fondo regaló un pase de la muerte que Rubén certificó llegando desde atrás. La privilegiada panorámica de la mediapunta está haciendo crecer al canario. Además, Caparrós advirtió que no quería ver a Shearer intimar con Molina y ni se saludaron. Un hambriento Depor se comió al Newcastle, aunque el festín debió ser mayor en este primer periodo.
De veloz a atropellado. La segunda parte amaneció con nubarrones. Un córner fue despejado en el primer palo por Tristán al corazón del área donde Bowyer, todo oficio, enganchó una volea al fondo de la red. Primer acercamiento, primera dentallada. Este Depor aún blandea de los cuartos traseros. El veloz fútbol local se tornó en atropellado, algo que agradeció el Newcastle para exprimir la posesión del balón. Respiraba con la pelota en los pies, mientras el Depor corría tras él. Mal negocio. Caparrós oxigenó su fútbol supliendo al exhausto Tristán por el parsimonioso Valerón. Y entonces Andrade desobedeció a la pizarra de Caparrós. En la enésima anticipación a Shearer, se aventuraró a misiones insondables para un central. Arrancó desde su campo en una carrera plena de potencia. Su zancada de cuatrocentista le llevó como una centella al balcón del área, donde saludó el cruce de un central inglés con un zurdado al palo largo que Given no pudo detener. Tremendo golazo que premió el empeño local, pero que deja abierta la semifinal. ¡Hay eliminatoria!
El detalle: Milner se llevó dos puntos
El mediapunta del Newcastle, Milner, se llevó un recado de Aldo Duscher en un salto por un balón aéreo. El argentino se protegió con los codos y el inglés se marchó sangrando del campo. Volvió después de ser atendido por el doctor.