El entrenador portugués del Chelsea, José Mourinho, en su primera entrevista de cara a la nueva temporada, declaró que el mejor equipo no es el que gana la Liga de Campeones sino la Liga. El técnico hizo balance de la pasada campaña y del título de Liga y explicó las bases sobre las que quiere construir el equipo para este año.
Mourinho se mostró tajante ante alguna de las críticas recibidas y no dudó en defender que, en su opinión, "los campeones de las competiciones europeas no son siempre los mejores equipos. En las eliminatorias hay espacio para las sorpresas. Por ejemplo el Liverpool tiene 37 puntos menos que nosotros en la Premier, pero son campeones de Europa. El equipo que gana la Liga regular es siempre el mejor".
Mourinho defendió en el texto que recoge la página web oficial del club londinense que, a su llegada al club británico hace un año encontró mucha presión, y que su intención fue convertir ese factor en un incentivo para su plantilla: "No quería que mis jugadores se sintieran cómodos. Quería que sintieran la presión. Cuando estas en un gran club, con grandes jugadores con fantásticos contratos, hay que gente que se puede sentir satisfecha".
Mourinho explicó que ese cambio de mentalidad fue una de las claves que explican la consecución del pasado título de Liga: "Una cosa es esperar el éxito y otra es ir a buscarlo. Nosotros buscamos el éxito con todo lo que teníamos disponible, y los jugadores lo hicieron de forma magnífica, incluso cuando ya éramos campeones".
De cara a la nueva temporada, el entrenador defendió que en esta ocasión será más difícil volver a levantar el título, pero se mostró confiado en las posibilidades de su equipo. "Tenemos que demostrarle al resto de equipos de la Premier que no podrán ganar en Stamford Bridge. Cada partido en casa tiene que convertirse en tres puntos para nosotros", indicó. "Este año hay cosas que cambiarán. El primer paso era crear un equipo y creo que ahora podemos ser más específicos en nuestro trabajo y sentar las bases de nuestro estilo de juego", consideró.
Dijo no darse por satisfecho con el éxito de la pasada temporada y se mostró ambicioso de cara al futuro: "No quiero que la gente me recuerde como el entrenador que ganó la Premier tras 50 años y luego estuvo cinco años viviendo de eso. Quiero ganar más cosas".
