Wenger no tiene bazas ya para retener a Henry

Después de seis temporadas en el Arsenal, Thierry Henry continúa sin ver cumplido su sueño: ganar la Champions League. El francés pudo fichar por el Madrid la pasada campaña pero su fidelidad a Arsene Wenger (quien año a año le asegura que el equipo luchará por el máximo trofeo continental) y los 75 millones de euros que pidió el club inglés a Florentino hicieron inviable el traspaso.

Un año después, Henry sigue sin levantar la Copa de Europa y los argumentos morales de Wenger para retener a su estrella se van terminando. Además, el presidente del Madrid sabe que la dimisión de Sandro Rossell, el hombre del Barcelona que había iniciado las negociaciones para su fichaje, deja al conjunto merengue como único pretendiente: no sólo por su poder financiero, sino también porque el aura del Madrid, a ojos de Henry, es incomparable al del resto de clubes del continente.

Hace varios meses, en una entrevista en The Observer, a Henry le salió esto del alma: "Hoy mi intención es retirarme en el Arsenal, pero, ¿quién no querría jugar en el Real Madrid? Quizá no lo haga nunca porque le debo mucho de lo que soy al Arsenal y soy un jugador fiel, pero también soy consciente de que el Barcelona, el Milán o la Juventus no están en la misma categoría. El Madrid es un mito".

El francés ya ha probado la medicina italiana y sólo tiene de ella recuerdos amargos. Su estancia en la Juventus le dejó mal sabor: llegó con 21 años y la vitola de ser el nuevo Maradona, pero le situaron en la izquierda de un centro del campo poblado y le obligaron a sacrificar sus instintos ofensivos en pro de un mayor trabajo defensivo. Una experiencia que no quiere repetir.

Florentino Pérez cuenta con otro factor a su favor: en las próximas semanas, el Arsenal va a intentar ofrecerle dos años más de contrato al francés pero éste no tiene claro qué hacer. "Henry estará en el Arsenal al menos hasta que se inaugure el nuevo estadio en el 2007. A nadie le preocupa su futuro porque no se va a mover de aquí", dice una fuente cercana a David Dean, el vicepresidente y hombre fuerte del club. Pero hay quien no apostaría por ello.

Gerrard, inquieto por su futuro

Steven Gerrard quiere solucionar su futuro cuanto antes. "La pelota ahora está en el tejado del Liverpool. Yo estoy dispuesto a hablar y estoy esperando a que ellos me den el visto bueno. Me quedan dos años de contrato, pero aún no hemos hablado de hacer uno nuevo y no sé cuánto tiempo duran estas negociaciones. Cuanto antes empiecen, mejor, porque quiero solucionar mi futuro antes de que empiece la temporada", afirmó el jugador al canal Sky Sports News.