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Internacional | Inglaterra

Manchester es un grito

La compra del United por Glazer desata una oleada de revueltas

Protestas en Manchester

Manchester sigue viviendo en estado de shock tras confirmarse la compra del United por parte del multimillonario norteamericano Malcolm Glazer. Los aficionados del club han tomado las calles de la ciudad con una sola consigna, "Not for sale" ("No se vende"), y amenazan con más movilizaciones: la primera esta tarde, en Southampton, ciudad donde el equipo disputa el último partido de la Premier; la segunda, el día 21, en Cardiff y con motivo de la final de la FA Cup: más de 30.000 aficionados se desplazarán a la ciudad galesa para ver el partido y habrá jaleo.

Y no es para menos. Diversas encuestas publicadas ayer por los medios británicos situaban en torno al 93 por ciento el porcentaje de aficionados del United que no quieren que Glazer controle el club. Y si la mayoría está en contra, todo puede pasar.

Créditos.

Mientras, Glazer continúa en pos de obtener su anhelado 75 por ciento del accionariado del club, el porcentaje que le daría el control total del United y que le permitiría incluso sacarlo de la Bolsa londinense. Ayer, Glazer llegó hasta el 74,8 por ciento y sólo le falta por controlar unos 4 millones de euros más en títulos para tener poder absoluto.

Para colmo de males, The Independent desveló ayer que Glazer pedirá un crédito de 788 millones de euros para financiar los 1.153 millones que tiene desembolsar por el paquete accionarial que acaba de adquirir. Nada extraño si no fuera porque inicialmente se hablaba de un crédito de unos 400 millones y que con esa nueva cantidad el United deberá pagar 184.000 euros diarios en concepto de interés (más de 60 millones anuales). El crédito es tan brutal que hasta la NFL (la Liga de Fútbol Americano) ha anunciado que investigará la procedencia del dinero y si es viable la operación. La crisis financiera en el club podría incluso dejarle fuera de las competiciones europeas porque no cumpliría las exigencias de la UEFA para participar en sus torneos.

Este último dato ha provocado tal malestar que, para evitar incidentes, la Policía de Florida (Estados Unidos) mantiene bajo vigilancia la mansión de Glazer en Palm Beach, ya que el magnate ha recibido amenazas de muerte de hinchas iracundos.

Por otro lado, continúan los movimientos dentro del club. Sir Alex Ferguson ha solicitado ya una entrevista personal con Glazer antes de decidir su marcha (Mourinho le pidió que se quedara) y Roy Keane está barajando la opción de irse al Celtic. Mientras, uno de los seis hijos de Glazer, Joel, señaló ayer: "Somos hinchas del United de toda la vida". La Federación de Aficionados del equipo, claro, se lo tomó como la enésima provocación.