Glazer compra el United, tasado en 1.160 millones

Los aficionados del Manchester United le ridiculizan, el entrenador actual no le quiere, la Prensa le considera carne de cañón y al hombre le falta claramente clase, pero pese a la oposición generalizada, el norteamericano Malcolm Glazer ya es el máximo accionista del club. El dueño del equipo de fútbol americano Tampa Bay Buccaneers ha adquirido el paquete de acciones clave en el futuro del Manchester (el 28'9% que estaba en posesión de los millonarios irlandeses John Magnier y J. P. McManus) y se ha convertido en el máximo accionista del club con un 56'9% del total del accionariado. El siguiente paso es hacerse con el resto de la totalidad de las acciones, un proceso que empezó ayer y que debe completarse en 60 días.

Al norteamericano el club le va a costar 1.160 millones de euros tras pagar 300 peniques (3'81 euros) por acción cinco días antes de que se cumpliera el ultimátum dado por el Panel de OPAS que rigen la compra-venta de empresas. Ahora nada parece poder detenerle: ni las protestas de los aficionados, que ayer se manifestaron en Old Trafford, ni el silencio de la directiva. Las acciones se movieron todo el día de ayer, mayoritariamente en dirección a Glazer, y se calcula que esta tarde el millonario de 78 años podría tener ya el 75 por ciento del total.

Fichajes. Glazer, que le ha prometido 55 millones de euros a Ferguson para fichajes este verano, podría renegociar el contrato televisivo. Una de las alternativas que le quedan a los aficionados opositores a la llegada del americano es crear un nuevo club. Para ello ya se ha establecido el título de F. C. United, al que se pasarían los socios del Manchester y que podría empezar a funcionar en una de las ligas menores.

Guerra Mourinho-Ferguson por Mikel

El joven nigeriano Jon Obi Mikel, descrito por José Mourinho como "oro puro", estaba en la órbita del Chelsea, pero a última hora el Manchester United se adelantó y acabó por ficharle. Mikel había incluso afirmado en Noruega (juega en el Lyn de Oslo) que tenía ganas de aterrizar en Londres, pero Ferguson se adelantó y pagó 6 millones de euros por el delantero de 18 años.