A ganar por respeto a la afición

Pase lo que pase en el Camp Nou, el Albacete jugará en Segunda División la próxima temporada. Incluso aunque este fin de semana no descienda matemáticamente, todos sabemos cuál es el final de esta mala película. Sé que no acabo de descubrir América, pero lo recalco por si alguno todavía sigue aferrándose a los números, ésos que tan mal hablan del Albacete. De poco valdría, por tanto, una victoria en el coliseo blaugrana, pero el equipo de Martín Monteagudo debería poner toda la carne en el asador para dar una de las pocas alegrías que merece la sufrida afición manchega.

Ojo, pero no sólo en el Camp Nou, en todos los estadios que les quedan por visitar, porque el escudo hay que defenderlo a muerte hasta el último momento. Ellos son los que representan una entidad, una ciudad y, aunque hasta ahora no han estado a la altura de las circunstancias y la Segunda División les espera con los brazos abiertos, habrá que apelar al orgullo, a la casta y a la vergüenza torera para no hacer el ridículo que se está rozando ya con la yema de los dedos. Yo sé que serán muchos los que dirán, si se le gana al Barca el próximo domingo, aquello de "a buenas horas". No les faltará razón, pero por lo menos esta lenta agonía y esta patética temporada se hará un poco menos angustiosa con una alegría de ese calibre.

Por tanto, a ponerlo todo en estos últimos partidos y a salir a ganar desde el primer minuto por respeto a una afición que no se merece lo que está sufriendo esta campaña. A por todas en el Camp Nou y no precisamente por hacerle un favor a los madridistas, sino por los seguidores del Alba.