Villarreal: presuntos e implicados

Este del fútbol es un negocio sin certezas, una especie de deporte aventura en el que se vive de presunciones. En Villarreal han funcionado. Porque presuntamente capaz era Pellegrini, pero a El Madrigal llegó sin haber hecho faena en los medios, léase, una de las cinco grandes ligas europeas. Con 51 años cumplidos, su carrera transcurrió entre su Chile natal, Ecuador y Argentina. Hizo campeón a San Lorenzo y River. No era un palmarés como para echar abajo las puertas de la Liga.

También presuntamente bueno era Forlán, pero resulta que en tres años en el Manchester jugó sólo cuarenta partidos (cuarenta ratitos para ser exactos) y no pasó de diez goles. Cierto es que tenía pretendientes, pero también que nadie quería pagar demasiado por él. De hecho, al Villarreal llegó por menos de dos millones. Otro presunto talento (desparecido a este lado del Atlántico) era Riquelme, un jugador introvertido, difícil, poco argentino. Porque si algo caracteriza a sus compatriotas es la capacidad para sobrevivir en condiciones extremas. Nadie mejor que un argentino para salir vivo del Calcio. Riquelme, no. Riquelme necesita unas condiciones ambientales para marcar diferencias. Pellegrini y Roig han creado otro Boca a su alrededor, un grupo humano al que hacer gravitar en torno a él. Ahora, presuntamente, no hay nadie más implicado.

El Tribunal Català de l'Esport (TCE) suspendió ayer cautelarmente la proclamación de Jordi Roche como presidente de la Federació Catalana de Futbol, a causa de las impugnaciones presentadas contra las elecciones por ocho clubes afines a Jaume Roura, el candidato derrotado. Roche ganó por 160 votos sobre Roura el pasado día 3, y la principal queja de los clubes que han impugnado radica en el sistema de voto por delegación, que permitió irregularidades por parte de ambas candidaturas. Los ocho clubes que recurren son UD Gornal, Vilafant FC, Penya Barcelonista d'Abrera, CF Olesa, CE Cervià, UE Poble Sec, Gràcia Futbol Sala y FC Martinenc. -F. O.