Un mal endémico del equipo

Las jugadas a balón parado, entre otras cosas, le están costando al Albacete muchos puntos. No sé si será falta de concentración, poca solidaridad en ese tipo de jugadas, despistes, falta de entendimiento, que no están claros los conceptos no lo sé. Lo que sí tengo claro es que los buenos equipos, primero, tienen que defender bien y, después, ya llegará todo lo demás. Eso es así de toda la vida; siempre hay que empezar por ser el menos goleado, sobre todo si eres modesto.

No tiene mucho tiempo el Alba como para cambiar cosas, pero sí que lo hay para que se corrijan algunas, como este tipo de acciones. Quedan ya pocas jornadas y aunque es muy difícil, para seguir agarrándonos a ese clavo ardiendo hay que evitar que se produzcan estos errores. Máxima concentración, señores, eso es lo que hay que pedir. En esta recta final, la defensa tiene que ser como una roca. Hay que ser mucho más expeditivos, agresivos (no hablo de violencia, ojo) y trabajar todavía más si cabe. Martín ya lo tiene en cuenta en las sesiones preparatorias, pues este tipo de acciones se están convirtiendo en un mal endémico para el equipo blanco. A balón parado el Albacete no puede permitirse más lujos de este tipo. Contundencia, que a partir de ahí las cosas irán mejor. Ese es el camino a seguir, el otro te conduce a donde no quieres ir.