Tras su tempranera sustitución el pasado domingo se ha abierto un debate sobre usted. ¿Qué opina?

No hay ningún debate. El entrenador hizo lo mejor para el equipo y, en esos momentos, lo que mejor había pensado. Obviamente me marcho enfadado, pero uno entiende que está en un equipo, que lo que quiere es sumar y que sería injusto y no formaría parte de mí el buscar ningún debate ni ningún problema con nadie.

Se le vio irse cabizbajo tras el cambio, ¿le extrañó?

En el fútbol actual es muy raro ver un cambio tan pronto, pero también puedo decir que tengo la dudosa suerte de haberlo sufrido más de una vez.

Sin embargo, el público del Calderón le premió con una gran ovación.

Le estoy muy agradecido a la gente por su cariño. Cuando se produce el cambio tampoco esperaba la reacción del público y eso hace que, cuando está uno en la ducha y está pensando las cosas en contra, saca algo en positivo y ve que la gente ha dictado un poco su manera de pensar. Estoy agradecido y tengo ganas de jugar mañana y poder devolverles esa gratitud.

Otras veces la afición ha sido bastante crítico con usted...

En el Atlético pocos se salvan de recibir pitidos o críticas. Yo tengo muy asumido que aquí estoy para cualquier cosa, para jugar 35 minutos, 90 o apoyar a los compañeros desde el banquillo. Lo importante es siempre sumar.

El equipo no puede permitirse hoy salir como ante el Levante...

Hoy no hay vuelta de hoja. Si no ganamos o nos empatan, estamos eliminados y, entonces, habrá lamentos, tristeza y palos para mucha gente, por lo que tenemos que ponernos las pilas y salir desde el primer momento a ganar la eliminatoria.

¿Qué camino es más fácil para entrar en Europa, la Liga o la Copa?

En este momento no podemos renunciar a nada. Los dos partidos que jugamos esta semana son importantísimos. En la Liga estamos a cinco puntos del Villarreal. Estamos vivos en todas las competiciones.