Reyes advirtió a su pequeño círculo íntimo en Londres que se moría de ganas por marcar y por dedicarle el gol a la afición del Arsenal en el partido ante el Crystal Palace, el primero que disputó desde la broma que una emisora española le gastó. Fue su manera de matar para siempre la historia de su inocente flirteo con el Madrid. Ciertamente, el jugador del Arsenal ha hablado en el campo. "Ha sido el mejor partido en mucho tiempo", reconoció Arsene Wenger tras el 5-1 ante el Crystal Palace en el que el de Utrera marcó un gol y asistió en otro.

"La historia de amor continúa", titulaba el Mirror, que también publicó el entusiasmo del preparador francés: "Durante una hora estuvo extraordinario. Vivió el partido con mucha intensidad, jugó muy directo y creó peligro constantemente". Pero Wenger advirtió que no fue el engaño de la radio el causante de su gran actuación: "Sería darle un exceso de importancia al medio en cuestión. Ya jugó bien contra el Aston Villa y se le ha visto muy motivado en los entrenamientos".

Wenger y la prensa inglesa (Sun, Mail, Express, Star) coincidieron en dar el protagonismo total a Reyes, que no marcaba desde mediados de octubre y cuyo nivel había bajado alarmantemente en las últimas semanas. Cosas de su edad ("No hay jugadores de 20 o 21 años que sean consistentes", dice su entrenador) y de una adaptación que se le está haciendo cuesta arriba, aunque no imposible ("Forma parte del reto", insiste Wenger). "La mejor manera de hablar en el fútbol es sobre el terreno de juego", concluyó el francés.­