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Yo digo | Javier Orive

Se acabó la fiesta

C'est fini. O si lo prefieren en castizo se acabó lo que se daba para el Lorca en la Copa. Pero que le quiten lo bailao al equipo de Unai Emery. El guipuzcoano de las gafitas de empollón que desde hace unas semanas manda en el cuadro lorquino debe sentirse orgulloso de los suyos. Lejos de achantarse en la inmensidad del Calderón su equipo dio la barba. Cierto es que el Atleti jugó al tran tran; cierto es que el pescado y la eliminatoria estaban abrochados desde el choque de ida pero no por ello hay que restar méritos a los blanquiazules. Sólo el acierto de Braulio impidió que el Lorca saliera invicto del templo rojiblanco. Hubiese sido lo suyo. Chapar la andadura en el torneo del K.O. con un buen resultado. Habría sido el epílogo redondo.

Ahora que se va, se me viene a la cabeza la exhibición y el meneo que le dieron al Murcia en el Artes Carrasco. En la crónica del partido hablaba de un Lorca de Champions. Ante el Málaga la fiesta se repitió... y así hasta ayer noche. Todo ha sido bonito. Ni el mejor publicista, ni el mejor patronato de turismo hubiera sido capaz de vender tan bien y tan bonita Lorca como lo han hecho sus futbolistas. Me los imagino reventados tras el esfuerzo y la cena en el Asador Donostiarra ojeando el AS en el viaje de vuelta. Será un regreso a la normalidad. A la dura cotidianidad, al anonimato del fútbol modesto, ése que no tiene brillo, ni púrpura ni metrosexuales ni nada guay....Pero siempre les quedará la Copa. Enhorabuena.