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Fútbol | Los niños del fútbol

El Barça quiso robarle el niño camerunés al Valencia

El club culé telefoneó al padre de Patou, que prefiere probar en Paterna

Miguel Ángel Vara
<b>INOCENCIA E ILUSIÓN INFANTIL. </b>Bea Patou, el niño de nueve años de origen camerunés que se está entrenando en la escuela del Valencia.
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Donald Patou, el padre del pequeño Bea, se desayunó con la agradable visión de ver a su hijo en nuestro periódico. Las satisfactorias pruebas que está realizando para entrar en la escuela valencianista con sólo nueve años le pueden garantizar un futuro, al menos un presente, ligado a lo que más le gusta hacer, jugar al fútbol. Pero a las pocas horas el progenitor de Patou se dio cuenta de la magnitud que podía tomar el asunto cuando telefónicamente le llamaron desde el Barcelona. El cuadro catalán, alertado por la situación acudió directamente al padre de la criatura para trasladarle su interés y abrirle las puertas de su club en su búsqueda de jóvenes talentos. De momento tendrá que esperar, y no sólo él ya que otros clubes también han llamado, pues el Valencia sigue teniendo la preferencia ya que a ese acuerdo verbal llegaron con el agente del futbolista.

"Si el Valencia ofrece las condiciones que Patou requiere, se quedará en su escuela. A su edad necesita estar con sus padres, es un niño y no puede estar separado de ellos, así que donde juegue tendrán que buscarle un colegio para que siga con sus estudios y un trabajo para su padre", explicaba Sergio Barila, representante del chaval. Y es que Bea, además de sobresalir con el balón en los piés, también es muy buen estudiante. Estos días está viviendo un sueño en la Ciudad Deportiva de Paterna, donde puede ver entrenar por las mañanas a los hombres de Claudio Ranieri y, por la tarde, le toca el turno a él. El club de Mestalla decidirá en breve si se queda o no con el chaval.

Padre en paro. Su padre, Donald, actualmente en el paro, llegó a España hace cinco años desde Camerún. Fueron años difíciles hasta que tres más tarde se pudo traer a su hijo, que ya con siete añitos jugaba en el equipo de su barrio, en su Douala natal. Afincado en Santander, lo normal hubiese sido recalar en el Racing, pero el club cántabro no tiene categorías tan bajas, por lo que recaló en el Bansander, que suele actuar como nodriza. Allí lo conoció Óscar Engonga, que es como el padre futbolístico de Patou, de hecho es quien lo trajo a Valencia y en quien confía ciegamente el padre del joven futbolista. "Todo el mundo me pregunta si tiene nueve años de verdad y ahí están todos los papeles que lo demuestran", comenta Óscar, que sobre las cualidades del niño explica que "juega mucho mejor con chavales mayores que él porque con los de su edad va con mucho cuidado, como si tuviera miedo de hacerles daño". A su edad, la ley impide realizar contratos profesionales, un compromiso que el agente del jugador considera más fácil de solucionar. "Para atar a un jugador tan joven, lo que deben hacer es tratarlo bien".

El primer técnico valencianista en tenerlo a sus órdenes y así verlo en acción fue Carlos Arroyo, y ya quedó prendado de las maneras de Patou, que une a un gran manejo del esférico una estatura considerable, heredada de su abuelo paterno que rondaba los dos metros. Ayer fue Pepe Claramunt, un histórico de la entidad enclavado en el cuerpo técnico, el que se acercó a ver entrenar al camerunés, junto a Antonio López, director de la escuela. Todos coinciden en las cualidades del pequeño Bea. "Todo esto le encanta y está preocupado por si no se queda. Le he dicho que esté tranquilo, que se olvide de todo y juegue como siempre, divirtiéndose. Así todo le irá bien", explica Engonga.

Sergio barila es su agente FIFA

Sergio Barila es el representante de Bea Patou, del que supo gracias a su amigo Óscar Engonga, que fue seleccionador suyo en Guinea. Barila se ha visto obligado a colgar las botas esta temporada por culpa de una lesión, pero antes defendió las camisetas del Mérida, Nàstic, Getafe y Benidorm. Con todos ellos ascendió de categoría. Internacional por Guinea, con la que anotó un gol, Barila aprobó hace tiempo el examen de agente FIFA.

Protección del menor: la FIFA prohíbe el cambio de residencia sólo por el fútbol

En la regulación de fichajes, la FIFA dedica el Capítulo VI a la protección de menores: "La transferencia internacional de un jugador menor de 18 años se permitirá bajo las siguientes condiciones: A) Cuando el cambio de residencia de la familia del jugador al país del nuevo club no tenga relación con el fútbol.B) Siempre que la transferencia se produzca en el seno de la Unión Europea y se trate de jugadores entre la edad laboral mínima en el país del nuevo club (en España 16 años) y los 18 años, y cuando el nuevo club formador garantice un entorno adecuado para su formación deportiva y educación escolar".

La picaresca: dar trabajo a los padres para maquillar el cambio de hogar

Un simple cambio de residencia, ya sea dentro de un mismo país o entre continentes, era hasta hace poco la triquiñuela legal para poder fichar a un menor y sin tener que pagar nada a cambio al club de origen. Como la FIFA reguló recientemente los traspasos de menores prohibiendo los cambios de residencia sólo por fútbol, los representantes y los clubes han ideado otra picaresca. Desde ahora lo primero que ofrecen los clubes es un trabajo para los padres de los niños. Así logran que oficialmente el cambio de residencia sea por motivo laboral (por los padres). Así se encubre el origen de la trama, que es el fichaje del menor.