Se desinfla el globito

La Copa que tantas alegrías ha dado al Lorca y a su afición en la presente temporada parece que toca a su fin. Después de dos atracones de felicidad (los degustados ante el Murcia y el Málaga) parece que la fiesta se termina. En condiciones normales, algo, la normalidad, que no casa con la idiosincrasia del Pupas, la visita de los de Emery a la caldera del Manzanares será el punto final de un viaje maravilloso para la entidad lorquina. En la noche más esperada, en la que más ilusiones había puestas, el Atleti rompió en mil pedazos los sueños locales. Huegun, Perona y cía. jugaron a su nivel. No hay nada que reprochar a los blanquiazules del Artés Carrasco. La desgracia para ellos es que pillaron al Atleti con las orejitas tiesas y muy metido en lo que les iba en el envite.

Pese a que el chicharrito del hispanobrasileño Alexandre infló momentáneamente el globo de la ilusión, Pablo y Braulio lo desinflaron después a golpe de gol, de goles. Ahora ya toca centrarse en la Liga y disfrutar de la próxima visita al Vicente Calderón. Será el final de un sueño que ha permitido a los paisanos del eterno Lázaro Albarracín disfrutar en directo de un fútbol reservado sólo para los ricos. A diferencia de lo que ha ocurrido en anteriores partidos coperos ni hubo emoción ni fiesta local ni streptease ni nada de nada. Sólo goles en rojiblanco e ilusiones en blaquiazul. La Copa a dos partidos tiene estas cosas. Una pena. Lo que los atléticos no pudieron hacer ante los vikingos de Luxemburgo lo lograron frente al escorpión lorquino.