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Primera | Real Madrid

El Everton está molesto con los modos del Madrid

El jugador se entrenará hoy

Moyes, técnico del Everton.

Thomas Gravesen ha llegado a un acuerdo con el Real Madrid. "La pelota está en el tejado del Everton", dijo su agente, John Sivebaek, a AS anoche, antes de volar de regreso a Dinamarca tras las reuniones que ha mantenido con el Real Madrid. Su contrato será de 4 años y medio, y su sueldo superará los 2,8 millones de euros de la última oferta de renovación del Everton. El internacional danés está encantado con la posibilidad de aterrizar en Madrid "en menos de dos días", como anunciaba ayer una fuente del club blanco quien añadía que la presentación podría llevarse a cabo mañana o pasado.

Pero en el Everton no lo tienen tan claro. El club inglés no ha recibido ninguna comunicación oficial del Madrid y su entrenador, David Moyes, único responsable de las idas y venidas de la plantilla, está dispuesto a impedir la marcha del futbolista danés, cuyo contrato vence a final de esta temporada, "si las cosas no se hacen debidamente".

Moyes afirmó anoche a AS que no va "a ayudar a cerrar esta operación". El técnico escocés habló la noche del lunes con Gravesen, que ha pasado dos días en Dinamarca y que volvió anoche a Liverpool para entrenarse esta mañana, y recibió la promesa de que el jugador no va a forzar su situación para fichar por el Madrid. "Soy muy orgulloso", dice Moyes, que mantiene una estrecha relación con Gravesen. Si las cosas no se hacen de tal manera que todo el mundo acabe feliz (esto es, el Everton cobrando 3 o 4 millones de euros), Moyes está dispuesto a boicotear el acuerdo entre el futbolista y el club blanco.

La parte fácil ya está hecha: el acuerdo con el futbolista, que cobra 1,4 millones de euros al año, no iba a resultar espinoso. "Es una grandísima oportunidad para el jugador y el Madrid le quiere ahora, no al final de la temporada", ha dicho Sivebaek. El Madrid espera que el propio Gravesen ponga al Everton y a Moyes entre la espada y la pared, y si el técnico se siente presionado, es capaz de dejar al jugador en el banquillo el resto de la temporada. Sin embargo desde todas las partes se espera que el acuerdo entre clubes se alcance pronto, a pesar de las palabras de Moyes.