La Comisión de disciplina de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) comunicó a su homóloga española (RFEF) su decisión de multarla con 100.000 francos suizos (64.867 euros) por los incidentes racistas ocurridos durante el amistoso España-Inglaterra disputado el pasado 17 de noviembre en el Santiago Bernabéu.
La FIFA apercibió también a la RFEF con adoptar medidas más drásticas, como sería el posible cierre de campo por uno o varios partidos, en caso de reincidencia. Además, advirtió a España que se le excluirá de una o varias competiciones organizadas por la FIFA.
La Comisión halló culpable a la RFEF de haber violado el Art. 72 inciso 1 letra e) del Código Disciplinario de la FIFA y el Art. 72 inciso 2, que la hace responsable del comportamiento de sus seguidores. La multa de 100.000 francos suizos deberá saldarse en un plazo de 30 días a partir de la notificación de la decisión. Las costas y gastos ascienden a 1.000 francos suizos y también deberán ser sufragados por la RFEF.
Los jugadores ingleses Shaun Wright-Phillips, especialmente, Ashley Cole y Jermaine Jenas fueron objeto de cánticos racistas y de gritos imitando a monos por parte de algunos aficionados españoles.
Tras recibir la confirmación oficial de la FIFA, fuentes de la RFEF dijeron a Efe: "La Federación Española acata la multa, la decisión de la FIFA hay que respetarla y no vamos a recurrir la sanción".
La FIFA abrió en su momento una investigación primero y pidió luego explicaciones a la RFEF después de que un sector de aficionados españoles corearan insultos racistas sobre los jugadores de color de Inglaterra en el partido amistoso que España jugó ante Inglaterra el pasado 17 de noviembre en el estadio Santiago Bernabéu en Madrid.
Tras aquel partido, aparecieron quejas de la Federación de Fútbol Inglesa (FA) y del ministro británico de deportes, Richard Caborn, quienes condenaron los incidentes y contactaron además con la FIFA para trasmitirle sus protestas.
Comunicado de la FIFA
La FIFA llegó a hacer público un comunicado: "La FIFA está preocupada por la última oleada de racismo en el fútbol, y condena duramente estos incidentes. La FIFA investigará los hechos ocurridos en los dos partidos amistosos entre España e Inglaterra, ya que son de su ámbito. Asimismo, pedirá explicaciones a la Federación Española de Fútbol".
El presidente de la FIFA Jospeh Blatter, por su parte, comentó: "No hay sitio para el racismo o cualquier otra discriminación en nuestro deporte. Al contrario, el fútbol es un instrumento para construir puentes y unir culturas. El mundo ya está demasiado saturado de conflictos que tienen sus raíces en el racismo y la discriminación. El fútbol debe tener una influencia positiva y se debe utilizar para acabar con este mal".
El ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, también condenó en su día estos incidentes. La RFEF reflejó el pasado mes que la situación se agravó porque los periodistas ingleses exageraron el problema según se acercaba el partido.
