Juegan con nuestros sentimientos

Cada vez tengo más claro que a determinadas personas no les importa nada jugar con los sentimientos. Les da igual qué puedan sentir las aficiones de los equipos, sólo les interesa su propio beneficio. Por ejemplo, Pérez Burrull quiso anotarse el tanto de ser el primer árbitro que reflejaba en un acta, seguramente redactada antes del choque, que se estaban mandando desde la grada mensajes racistas. Por cierto, qué oído el del colegiado. Entre 17.000 espectadores escuchó a los dos que fueron expulsados. Cómo mola.

Al Albacete y a su afición les han dado con el mazo de la injusticia en la cabeza; los tachan de racistas. Está claro que hay que ser duro con este tema, pero de ahí a hacer experimentos, hay un mundo. Los seguidores del club manchego están indignados por el trato recibido, hasta tal punto que ayer me comentaban que un grupo de abogados está dispuesto a llegar hasta las ultimas consecuencias ante la Justicia ordinaria. Señores de los incompetentes comités: preocupense por evitar el racismo en el fútbol y no de hacer experimentos jugando con los sentimientos de una afición ejemplar. Por más que lo intenten, nunca mancharán el nombre del Albacete ni el de sus seguidores. Sabemos que si hay algunos que discriminan, ésos son ustedes, pero a los clubes modestos.