El Chelsea resiste pese a los dos goles de Henry

Partidazo en Highbury, jugado a la velocidad de la luz, que tuvo de todo: goles, controversia, errores, protagonismo español. El empate reflejó lo que se vio en el campo. Sin Vieira, el Arsenal se transforma. Elabora menos y busca la directa, especialmente por la izquierda con Reyes y Henry. El Chelsea tiene la presencia de los grandes conjuntos: quiere el balón, se mueve con armonía, nunca baja la cabeza (empató en dos ocasiones) y cuando llega lo hace con medio equipo y con peligro. Pocos rivales van a derrotarles esta temporada.

Los nuestros tuvieron una actuación destacada. Cesc hace días que necesita un descanso, pero volvió a estar espléndido, tanto en el pase como en labores defensivas. De sus botas vino un pase de 20 metros que recibió Henry de cabeza, el balón pasó por Reyes y el francés lo paró con la derecha y remató con la izquierda para el primero de sus dos goles. El segundo, el número 800 del Arsenal en la Liga inglesa, fue trabajo de pícaro: le dijo al árbitro que no quería la barrera en una falta y la lanzó mientras el portero la colocaba.

Reyes estuvo participativo, pero le sigue faltando la chispa del principio de temporada. Lauren se las vio con Robben y Duff, y con ayuda de los centrales y de Pires redujo el peligro de los extremos. Almunia necesitaba una parada de mérito para ganarse a una grada escéptica, pero pronto hizo dos: a disparo de Robben primero y luego de Gudjohnsen.

En el gol de Terry fue Sol Cambpell el que falló al dejarle solo a la salida del córner y poco pudo hacer el guardamenta español en el marcado por Gudjohnsen, el enésimo error de marcaje y de contundencia de la defensa del Arsenal en una jugada a balón parado.