Gerrard duda entre fichar por el Chelsea o el Madrid

Nadie tiene muy claro por qué Steven Gerrard tuvo que decir lo que dijo justo antes de la previa del partido ante el Olimpiakos en el que el Liverpool se jugaba gran parte de la temporada. Pero lo dijo. En la rueda de prensa general no tuvo más que palabras de elogio para Rafa Benítez y el progreso que su equipo está realizando. Pero arrinconado por los rotativos nacionales poco después, Gerrard se desahogó. Además de afirmar que "Benítez nos está llevando en la dirección correcta", vino a decir que le daba al club hasta final de temporada para probar que es un grande.

Sus palabras no son nuevas, pero el eco fue mayor por la importancia del partido. "No puedo esperar tres o cuatro años a que el Liverpool se convierta en un equipo ganador", afirmó. "Quiero ganar títulos aquí pero tiene que ser ya. Necesito tener pistas que demuestren que podemos ser los mejores. Pero si me marcho sé que algunos aficionados lo entenderán y otros no tanto... El cambio hacia esa dirección tendrá que ser bien pronto. Se me acaba el tiempo".

El jugador tiene tan sólo 24 años y acepta que el trabajo de Benítez es muy positivo, pero también es conocida su impaciencia. Liverpool se levantó ayer con una sonrisa por la clasificación a la siguiente ronda de la Champions y con una duda: ¿se va a ir Gerrard? La mayoría de aficionados están convencidos de que así va a ser, pero también de que va a tomar su decisión en el momento erróneo. El club está buscando una inyección financiera para poder reducir la distancia que le separa del Chelsea, Manchester United y Arsenal, pero la marcha de Gerrard, uno de los mejores centrocampistas del planeta, supondría un paso atrás. Así lo entiende también el entrenador del West Brom, Bryan Robson. "El jugador pondrá la ambición por delante de la lealtad. Si entiende que el Liverpool no puede ganar títulos, se marchará", afirmó ayer a Sky Sports News.

Fuentes cercanas al jugador aseguran que, a no ser que Benítez consiga convencerle, su preferencia sería fichar primero por el Chelsea (con quien lo tenía todo hecho el pasado verano aunque cambió de parecer a última hora) y tiene al Madrid como su segunda opción.

Gerrard se añadió a sí mismo presión con sus palabras, pero pareció no afectar su juego en el partido de Champions. Ante el Olimpiakos marcó el gol decisivo (3-1, el Liverpool tenía que ganar por una diferencia de dos goles) y volvió a dar un recital.