Ferguson se opone a que Glazer controle el United

Alex Ferguson puede que hoy sea un Sir, pero le queda el sentimiento de luchador con el que creció: le quedan retazos de clase obrera vociferante. Ayer decidió poner por escrito lo que ya había contado off the record y entró así al trapo en la lucha por el poder que lleva varios meses interrumpiendo el proceder normal del Manchester United. "No queremos que el club acabe en otras manos", afirma en la página web del club. "Ésa es la postura del club y yo la apoyo totalmente".

Ferguson enviaba de ese modo un mensaje al millonario norteamericano Malcolm Glazer, segundo accionista del club (28,11% de las acciones). A Glazer no cuesta adivinarle sus intenciones de comprar el club y hace unos días, como ejemplo del poder e influencia que ya tiene, cambió a tres directivos en la reunión anual de accionistas, dos de ellos amigos del preparador escocés.

El club está dispuesto a firmar con Glazer un pacto de no agresión que le permita centrarse en sus necesidades inmediatas (incluidos los fichajes: ayer la Prensa decía que Ferguson quiere a Solari). Para ello, David Hill, jefe ejecutivo del United, podría ofrecerle un asiento en la directiva. A cambio, Glazer deberá ver, oír y callar... de momento. "Lo que la directiva quiere es un paréntesis para centrarse en la vida ordinaria del club", dice una fuente del club.

El colista salvó un punto

El Blackburn Rovers, colista de la Premier, salvó un punto ante el Birmingham (3-3) en un partido en el que llegó a ir perdiendo por 1-3. Aunque Matt Jansen adelantó al Blackburn a los cuatro minutos, el Birmingham reaccionó con los goles de Anderton (17'), Savage (38') y Dunn (45'). Pero Reid (57') y Gallagher (63') permitieron al equipo local salvar un punto.