García Remón entrenó al Albacete hace siete años

El ahora técnico del Real Madrid dirigió al Albacete en la campaña 1996-97. Mariano García Remón llegó para sustituir a Manolo Jiménez, que fue quien comenzó la temporada, pero el recién elegido presidente, Agustín Argandoña, destituyó al alicantino para confiar el mando del Albacete al entrenador madrileño, que tenía como preparador físico a Fernando Mata.

El objetivo de aquel Albacete no era otro que ascender y aunque la temporada fue muy buena no se consiguió subir. El equipo quedó cuarto clasificado y tuvo que jugar la promoción de ascenso, pero la Federación había decidido que el conjunto que ocupase ese puesto en la tabla tendría una compensación económica. Hasta la última jornada tuvo el equipo de García Remón opciones de subir, incluso de manera directa si se hubiesen dado una serie de condicionantes... pero no pudo ser.

El Gato de Odessa recordará de manera especial cómo aquel equipo de los Valerio, Gonzalo, Yahaya, Menéndez, etc... sufrió una serie de arbitrajes que le impidieron el salto de categoría. Especialmente en Éibar y en un Albacete-Lleida donde fueron expulsados tres jugadores locales, uno de ellos Iván Helguera, el hombre al que descubrió el propio García Remón.

El cántabro se encontraba jugando en el Manchego de Ciudad Real, equipo que tenía un convenio de colaboración con el Albacete, y el técnico madrileño decidió subirlo al primer equipo para que entrenase. No tardó en darse cuenta de que allí había un diamante por pulir. Helguera jugó doce partidos y marcó dos goles, ante el Almería en casa y, precisamente, ante el Real Madrid B en la Ciudad Deportiva.

Al ahora centrocampista del Madrid no le sentó nada bien que García Remón le dejase fuera de la convocatoria en el último encuentro disputado en Leganés. Aquella tarde, antes de viajar hasta tierras madrileñas, Helguera se había comprometido con el Roma. Los italianos daban más dinero en el traspaso y él tuvo que aceptar a pesar de su siempre reconocido madridismo. Él quería jugar en el Real Madrid, lo tenía claro, pero el Consejo de Administración del Albacete aceptó la oferta del mejor postor.

Helguera viajó a Leganés aquella tarde, pero García Remón le dejó fuera por dos motivos: porque creía que el jugador no estaba para pensar en los pepineros y por no haber fichado por el conjunto blanco. "El Real Madrid no se cambia por nada", llegó a manifestar el entrenador tras el encuentro. Tal vez Mariano no sabía por qué firmaba por el club italiano.

Rechazó la renovación y se fue a Las Palmas

Una vez concluida la temporada, García Remón decidió marcharse a pesar de tener la oferta de renovación sobre la mesa. Los motivos no estaban demasiado claros. Lo achacó a problemas personales, pero más tarde fichó por Las Palmas. No vio demasiado claro el futuro del Alba con el entonces presidente y con el secretario técnico, y acertó dejando aquella entidad que en la siguiente campaña tuvo cuatro entrenadores, a punto estuvo de descender a Segunda B y que terminó arrastrando una deuda de unos 1.600 millones de las pesetas antiguas. La afición del Alba aún le recuerda como un gran técnico.