Vendetta y no complot

Qué fácil es hablar, lanzar sondas (a cambio de un incentivo económico) y dejar la duda en el aire. Bosnich no es ni será el único jugador enganchado a la cocaína. Tampoco Mutu. Pero afirmar que los clubes ocultan hábitos poco saludables de otros profesionales suena a vendetta. Bosnich prefiere acusar sin pruebas a reconocer su positivo. Un sondeo rápido entre la Prensa inglesa indica que lo lógico es que las drogas formen parte del estilo de vida de los futbolistas.

Los profesionales del fútbol inglés afirman rotundamente lo contrario: no hay nadie que tome nada ilegal. Como siempre, la verdad está en el medio. Se acusa a la FA de ambigua: tan sólo se presenta por sorpresa en los entrenamientos dos o tres veces por temporada. Pero que pueda hacerse más para descubrir a las ovejas negras de la Premier no quiere decir que exista un complot para cubrir el consumo de drogas.