Inventó la triple bicicleta en la final de la Liga 2002

Primera | Real Madrid

Inventó la triple bicicleta en la final de la Liga 2002

Inventó la triple bicicleta en la final de la Liga 2002

miguel fernández

Tenía 18 años y el Santos ganó el campeonato

Fue el 8 de diciembre de 2002 cuando Robinho hizo de rey mago anticipado con un regalo para los amantes del buen fútbol. Ya había asomado como un delantero desequilibrante pero el fin de fiesta sería tremendo. Partido de vuelta de la final ante el Corinthians de Parreira con el Morumbí de Sao Paulo abarrotado. Flaco como Zico en sus inicios y atrevido en el regate como Garrincha, Robinho enloqueció a Brasil con una jugada que le define. En aquel balón que recibió en el pico del área se plasmó su talento. Una, dos y tres bicicletas seguidas, más un amago de recorte ante el central Rogerio, que no tuvo más remedio que hacerle penalti. Como dirían en Brasil, una jugada brasilerissima. Un penalti producto de la humillación, más bien. Robinho tenía 18 años, pero pidió tirarlo. Y marcó, por supuesto.

Explosión. Las televisiones repitieron la jugada a todas horas. Robinho pasó varias etapas y escuchó frases que le comparaban con Pelé. Mientras, el portero del Gremio, Darnley, dijo que le romperían la pierna por reírse así de los rivales. Los clubes europeos pidieron precio, debutó con la selección absoluta y pecó de individualista. Pero maduró y tras la marcha de Diego al Oporto se ha convertido en el mejor del equipo. Se mueve con inteligencia, hace de sus regates una virtud y no un abuso y ya es segundo máximo goleador de la Liga y líder de asistencias.

Un equipo lleno de recursos

Aquel Santos de Leao campeón de Brasil en el 2002 y subcampeón de América tenía de todo. Robinho ponía el regate, Elano el desborde por la banda, Paulo Almeyda y Renato el orden en el medio del campo, Alex la potencia en el centro de la defensa y el disparo lejano y Diego la jerarquía. Sólo Robinho y Elano se mantienen en un equipo capaz de regenerarse y volver a luchar por el título.