El Chelsea cazó al Arsenal y Reyes se fue lesionado

El Arsenal padece la resaca de los equipos de éxito. Tras encadenar cuarenta y nueve partidos invicto, sus jugadores parecen haber relajado las piernas y la mente. Perdieron ante el Manchester y ayer el Southampton podría haberse llevado también los tres puntos de Highbury. Les salvó a última hora un bonito tanto de Robbie van Persie, el joven delantero holandés, que igualó un encuentro que había visto dos errores defensivos del Arsenal en sendas jugadas a balón parado rematadas por el centrocampista Rory Delap. Thierry Henry, que falló un penalti y envió el balón al poste en otra ocasión, había marcado el otro tanto del conjunto londinense que se mantiene en lo más alto de la clasificación porque le beneficia la diferencia de goles con el Chelsea. Reyes tuvo que retirarse lesionado en una mano pero todo acabó en un susto. Se marchó a casa con la mano vendada e inflamada, pero no se rompió nada.

Colíder.

El Chelsea, que empieza a mejorar sus prestaciones ofensivas, se aprovechó del tropiezo del Arsenal y la derrota del Manchester United ante el Porstmouth, que volvió a confirmar que es un equipo hecho a medias. La calidad que se le presupone en ataque (aunque Ferguson criticó ayer duramente a Rooney, Saha, Smith y Scholes) y el orden que les ha aportado el regreso de Rio Ferdinand no está acompañado por un centro del campo que ni crea ni defiende. Por su parte, Mourinho se atrevió a decir que estaba muy enfadado con su equipo por su mediocre primera parte (pese a irse al descanso con 0-1).

Mourinho sospechaba de Mutu

José Mourinho tenía claro desde su llegada que Adrian Mutu era un problema: Cuando le conocí, a principios de julio, estaba acompañado de sus dos agentes y le dije, tengo informaciones de que Mutu toma cocaínaos y los tres se pusieron a reir, lo negaron y dijeron que se habían dicho muchas mentiras sobre él. jugador, surgidas por su extraño comportamiento y su complicada vida social, pero que todo era mentira. Ya no volví a hablar con él. Pero sus cambios de humor, las extrañas lesiones que le impedían ir a los entrenamientos (el doctor le iba a ver y decía que tenía dolor de cabeza) y otras informaciones que le llegaban a Mourinho convencieron al club que decidió pedir un control antidóping que acabó con la carrera de Mutu en el Chelsea. El miércoles la FIFA podría confirmar el castigo de seis meses de suspensión. con ad fore factus