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Internacional | Inglaterra

El Chelsea despide a Mutu y aplica su tolerancia cero

El Sindicato de Jugadores se muestra indignado

<b>ADIÓS AL CHELSEA. </b>Adrian Mutu no volverá a jugar en Stamford Bridge tras su positivo por cocaína.
AP

Como se esperaba, el Chelsea decidió desprenderse de Adrian Mutu al confirmarse que el delantero rumano llegó a jugar con cocaína en la sangre. Mutu admitió a su club no sólo que había consumido la sustancia ilegal, sino que además lo hace regularmente desde principios de año.

Ya le advirtió Ranieri la temporada pasada: su comportamiento estaba siendo errático. Demasiados móviles, demasiados amigos extraños, demasiados coches. Finalmente el club, ya con Mourinho, decidió pedir a UK Sport, encargada por la Federación (FA) de los controles antidoping, que le echara una ojeada a la sangre del jugador. Tras su positivo, Mutu admitió su adicción a la FA y al Sindicato de Jugadores Profesionales (PFA). Aunque está de vacaciones en Italia, se le ha pedido que se interne en el centro de rehabilitación creado por el ex futbolista del Arsenal y ex alcohólico Tony Adams.

Lo que no queda claro es por qué el Chelsea, en lugar de vender al jugador (la Juventus le quería), destapó el asunto pidiendo un control antidoping y luego pasando la información a la Prensa. El jefe ejecutivo de la PFA, Gordon Taylor (que está indignado por la expulsión de Mutu del Chelsea), cree que fue para dejar de pagar su carísimo contrato (4,2 millones de euros al año). Quizá sea buscar tres pies al gato y se trate todo de un intento de ajustar la vida de Mutu. Al anunciar su decisión, el club quiere dejar claro que tiene una política de tolerancia cero con las drogas.

Kenyon confirma que el club ordenó el control antidopaje

El director ejecutivo del Chelsea, Peter Kenyon, reconoció que el club había ordenado deliberadamente los controles antidopaje a Adrian Mutu. Kenyon confirmó que un diagnóstico clínico les hizo creer que su comportamiento podría estar asociado a las drogas, en referencia a las ausencias en algunos entrenamientos y a su bajo rendimiento. El contrato deja muy claro que tomar drogas es una falta grave de conducta que conduce al despido. Tenemos que cuidar los intereses del Chelsea, afirmó Kenyon.

La FA no castiga los incidentes de los hooligans

Se rajaron. Así describió la Prensa inglesa la decisión de la Federación Inglesa de Fútbol (FA) de no castigar a los clubes cuyos aficionados se comportaron con violencia esta semana. Parecía que el Chelsea, el West Ham, el Millwall y el Liverpool iban a ser castigados por los eventos ocurridos en partidos de Copa de la Liga, pero la Federación, de nuevo ambigua y demasiado gentil, anunció que hará de momento la vista gorda. El único al que le podría caer una multa es al Millwall por los cánticos de sus aficionados, que se lamentaban de que no murieran todos los liverpoolianos en Hillsborough.

Los aficionados del Liverpool reaccionaron rompiendo asientos del estadio del Millwall y lanzaron monedas a la Policía. En Stamford Bridge, el delantero del Chelsea Mateja Kezman recibió el impacto de una moneda en el rostro. La hinchada del West Ham también intentó darle a Frank Lampard con varios objetos. Al final del partido se produjeron enfrentamientos entre aficionados y miembros de la seguridad, una batalla campal que continuó en la calle y tras la que se produjeron 16 detenciones.