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Internacional | Premier League

Wenger denuncia que al Arsenal llegaron dopados

Dice que algunos extranjeros ofrecían síntomas de EPO al llegar

<b>HABLA CLARO. </b>Arsene Wenger denuncia que algunos de sus jugadores foráneos se doparon antes de llegar al Arsenal.

Arsene Wenger ha vuelto a remover la basura que se esconde en los sótanos del fútbol. El preparador francés del Arsenal ha sugerido que algunos de sus jugadores extranjeros podrían haber usado en el pasado productos dopantes antes de llegar a Highbury. Hablando el miércoles en Bruselas, Wenger reveló que algunos de sus jugadores presentaban síntomas del uso de EPO cuando llegaron.

La EPO es una hormona segregada principalmente por el riñón. Su papel consiste en estimular la producción de glóbulos rojos que transportan el oxígeno. Hemos tenido varios jugadores que llegaron al Arsenal desde el extranjero y su tasa de glóbulos rojos en la sangre era anormalmente elevada, explicó Wenger. Hay clubes que dopan a sus jugadores sin que los futbolistas lo sepan. El club puede decir al jugador que le inyecta vitaminas y éste no sabe que se trata de otra cosa. El dopaje es un problema en todos los deportes de alto nivel. No diría que es un problema mayor en el fútbol, pero tampoco diría que no existe.

Es la primera voz de un preparador en el Reino Unido que se manifiesta con tanta claridad sobre el dopaje. El ex jugador del Chelsea, Marcel Desailly, ya advirtió el año pasado que el dóping existe en el fútbol. Es tan obvio que me parece estúpido negarlo, dijo. Existe, pero individual, no colectivamente. Puede pasar que al salir de una lesión un jugador intente acelerar la recuperación de ese modo.

Michael DHooge ya avisó el año pasado desde su cargo de presidente de la comisión médica de la FIFA que era una locura pedir a los mejores jugadores del mundo que jueguen 80 partidos al año. Si un jugador se siente agotado, la solución podría ser tomar un producto artificial para hacerle sentir que puede correr todo el partido.

Zeman denunció el dopaje en el Calcio

El técnico checo Zdenek Zeman fue el primero en alzar la voz para denunciar las habituales prácticas de doping que se producían en el Calcio italiano. Fue en julio de 1998, cuando dirigía desde el banquillo al Roma. Es hora de sacar al fútbol de las farmacias, declaró Zeman, denunciando la impresionante masa muscular de algunos jugadores de la Juventus. Actualmente se juzga a la Juve por distribución ilícita de productos dopantes.