El Manchester United ha confirmado que han recibido una oferta preliminar al respecto de una posible oferta por el club. La nota pública responde al poco disimulado interés del multimillonario norteamericano Malcolm Glazer, que ya tiene el 19,2 por ciento de las acciones del club, por hacerse con el control total de los Red Devils. Glazer, propietario del equipo de la NFL (Liga de fútbol americano) Tampa Bay Bucaneers, tiene intención de entrevistarse con el jefe ejecutivo del club, David Gill, para hacer oficial la oferta, aunque Gill le exigirá algunas condiciones.
Primero, Glazer tendrá que contentar a los principales accionistas, JP McManuns y John Magnier. Los dos millonarios irlandeses cuentan con el 29 por ciento de las acciones y aún está por ver si Glazer pagará por ellas lo que le van a pedir. Glazer, el número 244 en la lista de multimillonarios estadounidenses, tiene una fortuna de alrededor de 915 millones de euros, más o menos lo que se necesita para comprar al United.
Grazer deberá realizar aún una tarea más complicada que convencer a McManus y Magnier: ganarse a los aficionados. Una cosa es comprar un paquete de acciones de dos astutos inversores y otra no hacer recelar a la hinchada del United: ¿Por qué quiere comprar el club un americano de 75 años? Va a tener que pedir millones de libras prestadas, con lo que las entradas serán todavía más caras y si al final se aburre, ¿quién va a pagar todo eso? Podría pasarnos lo del Leeds (que bajó a la First Division), pero multiplicado por diez, afirma Mark Longden, portavoz de la Asociación de Aficionados del United.
Ferguson defiende a Wayne Rooney
Al final se debía notar por algún lado que Wayne Rooney ha estado tres meses fuera de los terrenos de juego. El domingo, ante el Middlesbrough, se vio a la sombra del Rooney que asombró a Europa entre semana y Alex Ferguson salió en defensa del jugador ayer. No estuvo tan afinado como el pasado martes, pero ha estado mucho tiempo sin jugar, afirmó ayer el escocés. En el Everton, Rooney tenía los típicos altibajos de jugadores de su edad, 18 años: aparecía en las grandes noches y se le veía menos ante equipos de segunda fila. Pero no hay de qué preocuparse, dice Ferguson. La adrenalina le ayudó en el partido ante el Fenerbahce, mientras que ante el Boro le faltó el aire. No es un problema serio, ni tampoco la distancia entre nosotros y el Arsenal.
