Fijo con Ferrando y con Jose

Algo tiene que tener Pablo Redondo cuando todos los entrenadores cuentan con él. Fue fijo en los esquemas de César Ferrando (aunque empezó en el banquillo) la pasada temporada y Jose se desvivió por el valenciano en pretemporada para que desde los despachos lograsen traerlo. El año pasado la grada lo discutió en algún momento, pero lo cierto es que marcó goles decisivos. Este año se repite la historia. Algún sector de la afición no está de acuerdo con su forma de jugar, pero ya lleva dos tantos. El último, el domingo ante el Espanyol, que le dio la primera victoria de la temporada a su equipo.

Los que saben de esto dicen que, sobre todo, proporciona equilibrio al equipo. Redondo es un mediapunta reconvertido a centrocampista en la derecha que a nivel defensivo trabaja como nadie. Humilde donde los haya, yo me alegro de todo lo bueno que le suceda. Entiendo que la afición sobre todo quiera las cosas bonitas, pero en el fútbol el trabajo sucio también hay que agradecerlo. Más teniendo en cuenta que Redondo tiene calidad ( recuerden el gol que anotó en Zaragoza, donde se fue de todo y de todos) y que es capaz de sacrificarla por el bien del equipo. Lo dicho, algo tendrá este jugador cuando todos cuentan con él y cuando su club de origen, el Valencia, no quiere desprenderse de sus servicios.