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Amistoso | Trofeo Hell Boy

El Atlético se llevó su trofeo infernal

Sólo Munitis y Braulio hicieron la noche soportable

<b>LUCCIN CONVENCIÓ DE NUEVO</b>. El francés demostró una vez más que su pareja con Colsa es de primer nivel. Organiza y destruye. Un acierto.
LUCCIN CONVENCIÓ DE NUEVO. El francés demostró una vez más que su pareja con Colsa es de primer nivel. Organiza y destruye. Un acierto.ALEJANDRO GONZÁLEZ, CHEMA DÍAZ Y MACARIO MUÑOZ

El Atlético ganó su trofeo Hellboy para deleite de los 4.000 insensatos que se acercaron al Calderón. Para que el absurdo del horario (el suplicio acabó a las 01:30 horas) fuera completo, los rojiblancos tuvieron que vencer al AEK en los penaltis para ganar, después de un último partido que en 45 minutos no dejó nada más que la tentativa por parte de Novo y Musampa de reivindicar que tal vez puedan servir aún para este equipo. Lo que no sirve seguro para nada es este torneo Niño infernal, donde lo realmente infernal fue su mera existencia.

Porque no hay derecho a castigar así al personal. El Defensor del Menor debería estudiar lo que los pobres recogepelotas sufrieron ayer. En pie hasta la una y media de la mañana aguantando un espectáculo infame. Yo de sus padres me querellaba, porque no hay dinero que pague ciertos trabajos. Así, los chavales comenzaron viendo un Deportivo-AEK que, entre bostezos pero sin sobresaltos, avanzaba hacia una cómoda victoria gallega, que garantizase que la fi esta se cerrase con el deseado Atlético-Depor. Munitis (que se delató como suplente porque, si no, no se explica que se tomara la pachanga con semejante profesionalidad) adelantó con un gran cabezazo a los de Irureta, pero la lógica no tenía cabida ayer en el Calderón y los griegos empataron. En la prolongación, por supuesto. Así que, de regalo, tuvimos una tanda de penaltis que se llevó el AEK tras los fallos de Tristán, Capdevila y Duscher.

Tristán. Lo del sevillano merece un párrafo aparte. Ha llegado un momento en que ni siquiera él se toma en serio. Lástima que uno de los futbolistas más dotados de la Liga acabe teniendo que llamar la atención por su pelo decolorado o por fallar penaltis a lo panenka. Exageró tanto los amagos que su error fue cómico. Hace no tanto, hubiera lanzado sin darse ni cuenta. Gol y ningún aspaviento para celebrarlo. Pura clase, pasotismo y el personal rendido. Pero ayer no era día para resurrecciones de genios.

Entre unas cosas y otras, el Atlético saltó a jugar a las 23:15 y, lógicamente, dormido. El ambiente tampoco ayudaba, cada vez que Ferrando gritaba una orden les llegaba con eco en el vacío. Como el Depor tampoco estaba, fue el canterano Braulio quien los despertó a todos a base de velocidad y descaro. De una jugada suya se aprovechó Ibagaza, que sigue enchufadísimo, para marcar. Poco a poco, Luccin y Colsa se hicieron con el mando, prometiendo un año de buen fútbol en el Calderón. Pero Munitis seguía con su cruzada por la titularidad y se la ganó con otro golazo. Luego el Atlético ganó en los obligados penaltis para dar paso a esa infame final ante el AEK, un digno colofón para una noche tan indigna.

HOMENAJE DEL ATLÉTICO A NIKOLAIDIS

Antes del comienzo del último partido, Cerezo le entregó una placa y una camiseta a Nikolaidis, ex del Atlético y actual presidente del AEK. El club homenajeo así al griego, al que le bastó un año para ganarse a la afición.