El césped está blando y se levanta

El pasado jueves, en su primera visita al estadio de Gran Canaria, Luis Aragonés mostró cierta preocupación por el estado del césped, que podría causar lesiones en plena pretemporada de los internacionales. Desde entonces hasta ahora poco se ha podido hacer para mejorarlo. A simple vista está en buen estado, pero a causa del calor del verano y de la humedad, está blando y con los fuertes pisotones de un partido oficial, se levanta con facilidad. En las zonas de trabajo de los porteros los problemas son mayores, con calvas evidentes. En un amistoso disputado el día 7 entre el Universidad y el Tenerife, los jugadores llegaron a asustarse por los agujeros. Las Palmas, el usuario habitual del estadio, ha dejado de entrenarse en él desde hace días para que esté mañana al mejor nivel.

Además, el periodo de verano es el que se suele aprovechar en todos los campos para replantar, airear y sanear el verde, por lo que el estadio de Gran Canaria no ha podido recibir los cuidados adecuados para el España-Venezuela. Durante toda la temporada, el estado del terreno de juego ha sido excepcional.

El estado del césped de los diversos estadios es un problema histórico para España y sus seleccionadores. El año pasado por estas fechas, un problema en el Rico Pérez estuvo a punto de impedir un España-Ucrania. En 2001, la inauguración del Colombino de Huelva contra México demostró que el césped no estaba en su mejor estado. Antes, en 1999, en un partido oficial contra Chipre en el Nuevo Vivero de Badajoz, se sufrieron las mismas inclemencias con el terreno de juego.