El Barcelona ha cerrado su semana de pretemporada en tierras gerundenses con un partido contra el Palamós, de la tercera división, al que barrió desde el primer minuto y goleó (0-6) a medio ritmo.

Lo más destacado del partido y del Barcelona ya se había visto en anteriores encuentros, como es la sociedad entre Ronaldinho e Iniesta, y la novedad de ver en acción al francés Ludovic Giuly, quien entró en el segundo tiempo y mostró un hambre de gol y pegada de la que anda necesitado su equipo.

El partido no tuvo ninguna historia, pues se trataba de un choque muy desigual. El Barça se medía a un rival desencajado, que se ha ido tejiendo en las últimas semanas después de la desbandada que se produjo de jugadores tras acabar el anterior campeonato, en el que el Palamós descendió a la tercera división.

Ante este panorama que tenía en frente, el Barça jugó a tocarla y a buscar la florituras. Así, Ronaldinho entró en juego en todos los sectores del campo sin a penas presión. Penetraron por todas las bandas e Iniesta y Luis García, de cabeza, ya habían marcado en los doce primeros minutos de partido dos goles.

En la segunda parte, los numeros cambios en el cuadro barcelonista no menguaron el potencial del equipo. Fuera del campo Ronaldinho y más tarde Iniesta, el Barcelona continuó con su dominio machacón sin que el Palamós crease ni una sola ocasión de gol.

Dos tantos de Gerard, el primero de cabeza, y dos goles más de los jóvenes Messi y Verdú, sentenciaron un partido sin ningún tipo de color por el desnivel existente entre los contendientes.

El Barça cierra con este partido su estancia en Girona, donde ha estado siete días y ha jugado tres partidos: empate en Banyoles (1-1) y victorias en Figueres (1-2) y Palamós (0-6).