Eurocopa 2004 | Portugal 2 - Holanda 1
Carvalho Vs. Van Nistelrooy: Cañoneros de banquillo
Charisteas y Baros, jugadores suplentes en el Werder Bremen y el Liverpool, acapararán la atención del aficionado en el Grecia-Chequia de esta tarde en el estadio Do Dragao de Oporto. El heleno sentenció con sus goles a España y Francia. El eslavo suma cinco dianas y es el pichichi de la Eurocopa.
Dicen que Charisteas es el niño bonito de Otto Rehhagel, su ojito derecho. Con el entrenador alemán al frente de la selección griega, el punta del Werder Bremen se ha convertido en intocable. Lleva el nueve a la espalda sí o sí y a él se encomiendan los hinchas helenos, convencidos de que la grandeza de su héroe (1,91 metros de altura) les protege.
Es un ángel (su nombre, Angelos) que ha rescatado a Grecia del abismo. Lo hizo durante la fase de clasificación, frente a Irlanda del Norte (marcó los goles en el 2-0) y Ucrania, a la que en junio de 2003 sentenció a cuatro minutos del final del partido, propiciando el liderato de un grupo en el que también viajaba España.
Y lo ha hecho en la Eurocopa, donde Grecia ha rentabilizado al máximo sus goles. El primero significó el principio del fin para España (1-1) y el segundo tumbó a la defensora del título, Francia. Charisteas escuchó a papá Rehhagel y fichó por el Werder Bremen, el ex club del técnico alemán. Fue el trapaso récord en la historia de la entidad (el Aris de Salónica lo vendió por tres millones de euros) y sólo el gordito Ailton ha frenado la progresión de este jugador de 24 años, navegante en Internet y melómano perdido. De no ser futbolista me habría gustado ser músico, reconoce. Mientras llega la hora de la verdad se relaja tocando el Bouzouki. Víspera de semifinales. Noche de serenata.
El pichichi de la Eurocopa no sabe estarse quieto. Cuenta Jaroslav Mikl, el jubilado peluquero de Vigantice, pueblo natal de Baros, que éste no paraba de moverse ni siquiera cuando le cortaban el pelo. Y que ahora, cuando lo ve celebrar los goles con el pelo largo, empieza a afilar las tijeras.
Milan no ha parado de crecer desde que cautivara a los técnicos del Banik Ostrava. Hablaban maravillas de este mediapunta, habilidoso con ambas piernas y listo como pocos en el área, y el Europeo Sub-21 conquistado con Chequia en 2001 empezó a darles la razón. Sólo su llegada al Liverpool en 2002, retrasada seis semanas porque no le concedían el permiso de trabajo, y la rotura de tibia que le ha mantenido seis meses de baja esta temporada, han significado un alto en el camino.
Baros, 22 años, es el socio idóneo para el gigante Koller y Rafa Benítez se frota ya las manos haciéndole un hueco en el once titular del Liverpool. Suma cinco goles en la Eurocopa y ha marcado en los cuatro partidos disputados. Frente a él, un récord con sabor: igualar a Michel Platini, el único que ha marcado en cinco partidos consecutivos de la fase final de una Eurocopa (1984). En Vigantice, sus 800 habitantes preparan hoy una gran fiesta. Habrá que ver si el padre de Milan ha cortado ya el césped, requisito exigido por su mujer para dejarle viajar a Portugal a ver las semifinales.