Eurocopa 2004 | Francia
Zidane medita renunciar a la selección francesa
La derrota ante Grecia en los cuartos de final de esta Eurocopa puede haber sido el inesperado e inmerecido epílogo de Zinedine Zidane con la selección francesa. Según el diario Le Parisien, el madridista está meditando dejar a Les bleus tras su segundo fracaso consecutivo en las grandes citas.
Las críticas vertidas por Zizou al término del encuentro (Jugando así no vamos a ninguna parte) pusieron de manifiesto las guerras internas que asolan al fútbol galo y que parecen intoxicar el proceso para encontrar nuevo seleccionador. Sus palabras exigen un cambio profundo para una de las mejores selecciones del mundo, campeona del Mundial 1998 y la Eurocopa 2000, pero que no parece levantar cabeza pese a contar con un selecto elenco de estrellas del máximo nivel.
El artículo de La Parisien, titulado con un expresivo El complot anti-Zidane, se hace eco de la pérdida del rol de líder natural y afirma que el 10 francés está al borde de la renuncia a seguir vistiendo la casaca bleu, ya que le quita tiempo y le crea demasiados problemas. Al parecer, nadie se atreve a señalarle como uno de los responsables de la eliminación gala, ya que Zidane sigue siendo un mito en su país, pero en los pasillos de la Federación Francesa de Fútbol se le considera como una persona excesivamente independiente y con una opinión demasiado respetada como para encajar bien en el hostil proceso con el que se designará al seleccionador.
Frente Henry.
Aunque pueda parecer sorprendente, el principal argumento en el que se apoyan sus detractores es el buen juego exhibido por Francia en la insignificante Copa Confederaciones 2003 cuando Zidane se encontraba disputando el final de Liga con el Madrid. En aquella competición, Thierry Henry ejerció de líder de un equipo que jugó a su gusto.
Lo que parece inquietar a los regidores del fútbol del país vecino son los recelos existentes entre dos bandos abocados al enfrentamiento: los que se coloquen del lado de Zidane, icono del antiguo régimen, y los que apoyen a Henry, emblema de la emergente revolución. En esta Eurocopa Santini ha tenido incluso problemas para ubicar en su esquema a Zidane, toda una heregía para cualquier equipo o selección del mundo.
Otro dato a tener en cuenta es la respuesta de una afición entregada a la calidad y caballerosidad de Zidane. El jugador de origen argelino es considerado como el responsable de que Francia diera ese salto de calidad necesario para conquistar los títulos que nunca lograron generaciones como las de Platini o Kopa. El momento cumbre de su carrera con la Bleu fue la final del Mundial 1998 en París, al marcar dos goles a Brasil.