Historia de la Eurocopa ( y 22) | Holanda y Bélgica - 2000
Entre la épica y la tragedia en Brujas
Se falló ante los modestos noruegos y hubo que recurrir a la denostada furia española para remontar con el tiempo cumplido a Yugoslavia. Los futuros campeones nos eliminaron en cuartos de final con un penalti fallado por Raúl.
El fracaso del Mundial 98 puso en la picota a Javi Clemente. Incluso sus más abnegados defensores le abandonaron. Ante el estupor general, Ángel María Villar le confirmó en el cargo. Dos meses después se iniciaban los encuentros de la fase clasificatoria para la Eurocopa 2000. Nunca el sorteo nos había sido tan favorable: Chipre, San Marino, Austria y Armenia eran nuestros rivales. En Larnaka se produjo otra de las grandes vergüenzas de nuestro fútbol. Derrotados por los modestos chipriotas, la permanencia del técnico de Baracaldo se convirtió en imposible.
Su sustituto fue José Antonio Camacho. Contó con el beneplácito de todos y los resultados acompañaron su labor. Cinco victorias, con grandes goleadas en varias de ellas, provocaron un optimismo desmesurado.
Los componentes del grupo de clasificación eran muy asequibles: Noruega, Eslovenia y una Yugoslavia disminuida por la secesión de varias nacionalidades. Se perdió en Rotterdam con los noruegos por culpa de un fallo lamentable de Molina. Se le crucificó en mayor medida que a la nula capacidad goleadora de Raúl, Urzaiz, Alfonso, Etxeberria o Valerón, hombres de ataque en aquella infausta jornada. Ante Eslovenia, en Amsterdam, tampoco se mejoró en la producción de juego, aunque la victoria permitiera esperanzas de clasificación. Para obtenerla había que derrotar a Yugoslavia. En el minuto noventa, el electrónico marcaba un 3-2 favorable a los balcánicos cuando el cuarto árbitro señaló cinco minutos de prolongación. Sobre el terreno de juego, Camacho había recurrido al ataque total. Urzaiz, Munitis, Alfonso, Raúl y Etxeberria se encontraban juntos sobre el césped. Lanzados a un abordaje épico, se produjo el penalti sobre Abelardo que Mendieta convirtió en el empate. Todavía hubo tiempo para una última embestida desesperada. Balón bombeado por Guardiola que Urzaiz cabecea hacia el centro del área y remate extraordinario de Alfonso: ¡Goooool! Se había producido el milagro de Brujas.
El mismo escenario acogió cuatro días más tarde a quienes deberían superar a los campeones del mundo para pasar a semifinales. Munitis animó nuestras esperanzas con su profundidad frente a Thuram, antes de que Zidane transformase un golpe franco. Empató Mendieta, pero Djorkaeff volvió a dar ventaja a los galos antes del descanso. En el último minuto, nuevo penalti sobre Abelardo. Raúl desperdició la posibilidad de una prórroga siempre incierta. ¡Otra vez a casa en cuartos!
Eliminados por el futuro campeón y un penalti fallado
Se habían alimentado, como siempre, grandes ilusiones, pero se perdió en el partido inicial contra Noruega. Molina tuvo un fallo garrafal, pero los atacantes españoles fueron incapaces de batir a Myhre. Con dificultad se ganó a Eslovenia y tuvimos que jugarnos el pase con Yugoslavia. Salió a relucir la épica cuando todo estaba perdido. Mendieta y Alfonso dieron la vuelta al marcador cuando se habían cumplido los noventa minutos de juego en un final emocionante. Francia, futura campeona, fue ligeramente superior, pero en el último minuto Raúl falló el penalti que hubiese permitido una prórroga con incierto final por el gol de oro.