Estrellas y promesas

Otto Rehhagel tiene mucho mérito

Ahora que Grecia jugará los cuartos conviene no olvidar ciertas cosas. Antes de amargarle a España primero la fase de clasificación y después la Eurocopa, ya se había notado el trabajo de Rehhagel. Nada más aterrizar casi manda a la repesca del Mundial a Inglaterra en favor de Alemania. Fue aquel partido en Manchester, el día en que Beckham marcó el empate en el último minuto. Grecia empezó a mostrarse.

El peor Beckham se diluyó en Portugal

Un Beckham patético. No es por el fallo del penalti, porque eso sólo le ocurre al que se atreve a tirarlos. Pero Beckham ha pasado por la Eurocopa cansado y fuera de forma, ni siquiera pudo explotar su golpeo de balón en la banda. Siempre fue un especialista y anduvo demasiado valorado, y este torneo deberá olvidarlo cuanto antes. Tampoco tuvo la potencia física del jugador que conocimos en el Manchester United.

Demasiado desprecio al gol

Un gol metió Bulgaria en tres partidos, y nada más que tres Italia. Markov dejó en Bulgaria a Kamburov, delantero del campeón Lokomotiv de Plovdid, que marcó 25 goles en 29 partidos de Liga. Trapattoni dejó en Italia a Gilardino, 23 goles como único punta en el Parma. El tiempo pone a cada uno en su sitio.

El hombre del día: Thierry Henry

Empezó la Eurocopa a medio gas, como toda Francia, y lejos de esa posición de único delantero que tan bien le funciona en el Arsenal. Pero en la mejor temporada de su vida, Henry ya fue devastador ante Suiza y no puede dejar escapar partidos como el de esta noche. Un fenómeno que lo tiene casi todo. Potencia, velocidad y gol. Ni él mismo imaginaba cuando empezó en Les Ulis en 1983 que llegaría a ser junto a Zidane el mejor futbolista francés de los últimos años. Tampoco que sería elegido mejor jugador de la Premier dos temporadas consecutivas, algo que ni Cantona logró. Con once años entró en el US Palaiseau, marcó 55 goles en una sola temporada. Desde entonces, ya nadie detuvo a Henry. Firmó por el Viry-Chatillon y allí le descubrió el Mónaco de Arsene Wenger. Lo demás es reciente. Llegada al Arsenal para reencontrarse con Wenger y convertirse en la gran estrella de la Premier. Título del mundo en el 98 y en la Euro de 2000. Hoy puede dar un paso más, aunque lo mejor en esta Eurocopa está aún por llegar.

Hoy vamos a disfrutar con William Gallas

En 1999 se consideró a sí mismo incapaz de llegarle a los talones a Thuram o Desailly, pero ahora no creo que piense lo mismo. Ya le quitó el sitio a Desailly en la selección y podría hacer lo mismo con Thuram. Es William Gallas, que hoy se las verá con el potente juego aéreo de los griegos. Fue el primer fichaje de Ranieri en su Chelsea de 2001, y se ha asentado de maravilla. Potente, bueno en el juego aéreo, especialista en la anticipación, a Gallas no le queda grande la selección francesa. Crecido como futbolista en el Caen, ahora seguirá como pieza clave en el nuevo Chelsea de Mourinho, sobre todo tras su buena Eurocopa.

Hoy vamos a fijarnos en Papadopoulos

Hablamos de él justo antes de empezar la Eurocopa y de momento Rehhagel sólo le dio entrada ante Rusia. Pero no le preocupa, porque es el futuro delantero titular de Grecia y sus 17 goles en 26 partidos con el Panathinaikos lo demuestran. Delantero de apariencia tosca, pero con mucha inteligencia en sus movimientos, también ha sido un hombre clave en las asistencias. Internacional en todas las categorías desde la Sub-16, después de iniciarse en el Akratikos se marchó al Burnley inglés. Ahora ha vuelto a Grecia y se ha transformado en un ídolo del Panathinaikos. En la selección quizá lo haga un poco más tarde.

Bendito gol de plata

Italia-Alemania en 1970, o Francia-Alemania en 1982, fueron partidos con una prórroga memorable, en la que hubo la opción de reponerse a un gol. Por fin el maldito gol de oro quedó atrás.

Los cambios de Eriksson

Phil Neville por Scholes, Gerrard a la banda izquierda y después al banquillo por Hardgreaves. Dos cambios que definen al técnico sueco, una cruz que el fútbol inglés debería quitarse cuanto antes.

Técnicos caídos

Otto Baric, Rudi Völler, Giovanni Trapattoni e Iñaki Sáez son cuatro técnicos que han caído en esta Eurocopa. De todos, quien menos culpa tuvo fue el alemán, por el escaso fútbol que tenía en su plantilla.