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Eurocopa 2004 | Grupo D - Rep. Checa

Los titulares piden jugar para echar a Alemania

Quieren vengar la derrota en la Euro-96

AGUSTÍN MARTÍN
Nevded descansará en el último partido de la fase previa para jugar a tope los cuartos de final.
REUTERS

Ganas de triunfo... y de eliminar a Alemania para poder vengar así la derrota en la fi nal de la Eurocopa de Inglaterra de 1996. Los jugadores de la República Checa aún no han olvidado aquella trágica tarde en Wembley con el ya famoso gol de oro de Oliver Bierhoff. Eso sí, siempre contando con el triunfo o bien de holandeses o letones en el otro encuentro del grupo para apear a los de Rudi Völler.

Y es que las declaraciones de Karel Brückner, seleccionador de los checos, anunciando que reservaría a varios de sus jugadores estrella en el partido ante los germanos no han sentando bien en el seno de la plantilla centroeuropea.

Ayer, dos de los jugadores titulares, Milan Baros y Vladimir Smicer, declararon su intención de jugar ante los teutones: "Daremos el cien por cien. Estamos deseando ganar ese partido que, por otra parte, será muy difícil", aseguraba el primero, mientras que Smicer era mucho más explícito: "Son nuestros vecinos, pero queremos ganar la batalla". Precisamente, Smicer es uno de los supervivientes de aquella fi nal de 1996. Junto con Nedved y Poborski integran el núcleo veterano de una selección conformada por una generación que conquistó el Europeo Sub 21 de 2002.

La principal preocupación del conjunto checo radica en conocer quién será su rival en cuartos. Sin embargo, es el propio seleccionador, Brückner, quien se ocupa de tranquilizar a sus jugadores: "Si seguimos mostrando el mismo nivel que tuvimos ante Holanda, no tenemos que tener miedo de nadie. Somos un equipo joven pero con experiencia. Sea quien sea el rival, sólo nos tenemos que preocupar de nosotros mismos".

Nevded: descanso obligado

"Nedved y otros de los titulares no jugarán frente a Alemania". La frase de Karel Brückner denota cierta tranquilidad debido a la matemática clasificación para los cuartos de final. El centrocampista de la Juventus bromea durante el entrenamiento de ayer, del que tuvo que retirarse antes que sus compañeros para que el masajista de la selección checa, Eduard Poustka, le aplicase hielo en la rodilla de su pierna derecha.