Eurocopa 2004 | España 0 - Portugal 1
Ni ideas ni balón ni autoridad
España fue fiel a sí misma: un desastre en los días D. Los jugadores no impusieron autoridad, no vieron el balón y se quedaron bloqueados por la responsabilidad. Otra vez hubo sequía de ideas en el área contraria y otra vez lagunas en defensa...
Todo agujeros, sin ver el balón
Lamentable desarrollo de España en la primera parte. El doble pivote fue un coladero y no vio el balón ni en pintura, Cristiano Ronaldo volvió locos a todos desde la derecha, cambiado de banda con Figo. Raúl no enganchó con Torres más que una vez... Portugal fue dueña del partido con Deco inmenso y Maniche y Costinha imperiales. España parecía un equipo amater.
La apuesta: Torres peleó en un desierto de ideas
Sáez apostó por Torres para llegar desde lejos y sorprender a Carvalho y Andrade. Y se esperaban las asistencias de Xabi, Raúl, Joaquín y Vicente. Pero no hubo nada de nada. Un desierto de ideas sólo maquillado por el tirón final, más apasionado que ordenado. Torres remató cuanto pudo (al poste un balón clarísimo de gol) y se peleó a su manera. Pero el ariete no tuvo inspiración ni ayuda.
No mete miedo
Con tres tiros intencionados en la primera parte era imposible que España metiera miedo. Y los ocho de la segunda parte fueron más bien por el arreón final que por manejo de balón. El balance ofensivo, nefasto.
Error en el gol
Juanito se despista siguiendo a Figo y deja a Nuno encarado a Helguera. Lapsus de orden defensivo que costó caro. Esta España estaba descosida.