Eurocopa 2004 | La pizarra de P. San Martín
Figo contra Torres
Partido a vida o muerte con selecciones igualadas. España aventaja a Portugal en el uno por uno, pero los de Scolari saldrán a por todas apoyados por su líder, Luis Figo. En los de Iñaki Sáez, la clave estará en las bandas y la velocidad de Fernando Torres. Hoy, hace falta el gol más que nunca.
Hueco central y las bandas
Portugal tiene dos centrales de calidad, Andrade y Carvalho, pero deja un espacio por delante hasta Maniche y Costinha (1). Por ahí tienen una vía Xabi, Raúl y sobre todo Torres, con sus llegadas en velocidad. Son claves las bandas, con Vicente ante un desorientado Ferreira (2) y Joaquín con Valente (3). Albelda debe amarrar a Deco (4) para descabezar a Portugal.
Figo, referente de ataque
El juego de Portugal arranca desde atrás, en pies de Carvalho, luego se centraliza en Deco y deriva siempre en Figo. El capitán se mueve por todo el campo, de banda a banda o por el centro, y lleva el balón a Simao, que busca jugada. Scolari ha apostado por Nuno Valente y quita presión a Puyol. Maniche y Costinha hacen guardia vigilando los rechaces.
Parejas claves del juego
El partido está en manos de lo que hagan las seis parejas significadas en el gráfico. Las bandas y los rematadores tienen la palabra. Y, por España, será determinante la capacidad de Xabi para dirigir el ataque. Hay que mantener y distribuir bien el balón, porque Portugal se resquebraja en defensa. Atención, además, a las faltas y córners envenenados que lanza Figo.
Confiados y atrapados
Grecia sacó tajada entrando a la contra por una defensa descuidada, donde Ferreira no cerró bien con un flojísimo Couto. Las oleadas de Grecia se complementaron con un cerrojo sensacional, en el que murió Rui Costa y se perdió Luis Figo. Deco, después, abrió mejor y también C. Ronaldo. Pero Grecia supo maniatar a Portugal.
Más equilibrio y mejor pegada
Ante Rusia, las líneas de Portugal estuvieron más firmes y equilibradas. Atrás cerró bastante bien, aunque sigue mostrando lagunas aprovechables, y volcó el peligro sobre la creatividad de Deco, la pujanza de Figo y la volunta de Simao (después C. Ronaldo dio más bríos). Portugal, en todo caso, estuvo irregular y pareció vulnerable.