Eurocopa | Los papeles de la Eurocopa
La maldición de los entrenadores conservadores
Las pirámides egipcias estaban construidas para acercarse a Ra, el dios del Sol. Grandes construcciones dotadas de materiales elaborados y muy diferentes a las casas donde habitaba el resto de la población. Todos le adoraban para conseguir una vida mejor y evitar represalias divinas, tales como epidemias, sequías, etc. Lejos de allí, en Portugal, ese Sol también toma un protagonismo fundamental. Es el Sol de la Eurocopa, el dios del fútbol en estas semanas.
El Ra de la Eurocopa castiga a todas aquellas pirámides que no se conciben para honrar el fútbol. Pirámides de buen material y elaboración, tales como Italia, Holanda o Alemania. La última edificación castigada ha sido Holanda. Su entrenador, Dick Advocaat, optó por una actitud conservadora cuando su equipo ganaba a la República Checa. Lo pago caro. El rival tomó las riendas del partido y logró remontar el encuentro para llevarse los tres puntos y convertirse en el primer equipo de la Eurocopa clasificado para los cuartos de final.
La prensa holandesa ha reflejado el comportamiento de su entrenador sin ningún tapujo. "Telegraf" habla de un "fatal cambio de jugador", mientras que Johan Cruyff señalaba en la cadena NOS que "yo no hubiera hecho el cambio de Robben por Bosveld si hubiera pensado en hacer un cambio". Todo lo contrario ocurre en la República Checa, donde todo son elogios para el combinado que dirige Karel Brueckner.
El desastre de Alemania
En el otro partido de la jornada, Ra volvió a tomar el testigo. Castigó al combinado alemán por olvidarse de lo que es el fútbol. Una selección carente de talento que basa su juego en la fuerza y el empuje. Una religión que ni las divinidades ni nadie entiende.
El empate ante Letonia es calificado como una "catástrofe futbolística" en la que "tuvimos suerte de no perder" según el "Bild am Sonntag". El "Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung" señala que el partido de este sábado fue una "Miseria alemana: sólo 0-0". Además, son muy críticos al destacar la necesidad de "un delantero de primera" para acabar con esta "decepción" y el "puro desencanto". Finalmente, "Der Tagesspiegel" habla de una selección en las antípodas del "baile por el balón" y "Welt am Sonntag", de un "triste número cero".