El gol de oro dio la victoria a Alemania

Se había incrementado el número de afiliados a la UEFA con la aparición de nuevos estados independientes. Las 33 selecciones participantes pasaban a ser 48. Además, se elevaba a dieciséis el número de asistentes a la fase final y los dos primeros de cada grupo disputarían la eliminatorias de cuartos. No hubo prácticamente sorpresas en la fase clasificatoria y, por tanto, los grupos en Inglaterra se formaron por sorteo con los mejores equipos europeos, aunque Holanda y la República de Irlanda tuvieron que solventar su pase en una eliminatoria para dejar la décimosexta plaza a Inglaterra como país organizador.

En el grupo A, Inglaterra jugó sus tres partidos en Wembley mientras los otros encuentros se jugaban en Birmingham. Los ingleses no pasaron apuros, pero Holanda se clasificó por mejor diferencia de goles que Escocia. Tampoco Francia tuvo dificultades en el grupo B, donde España consiguió el pase a pocos minutos del final con el gol de Amor ante los rumanos. Alemania pasó con suficiencia, como casi siempre, pero Italia se quedó en el camino al perder con Chequia. En el cuarto grupo, Portugal y Croacia superaron a sus rivales.

En cuartos de final hubo una manifiesta igualdad. Inglaterra y Francia se clasificaron en la tanda de penaltis después de 120 minutos sin goles ante sus respectivos rivales, españoles y holandeses. En las otras dos eliminatorias ganaron los alemanes y checos por la mínima a croatas y portugueses.

También hubo gran igualdad para alcanzar la final. Checos y franceses fueron incapaces de batir la meta adversaria en 120 minutos de juego. En los penaltis se cumplió también con igualdad la primera tanda, pero Kouba rechazó el disparo de Pedros y Kadlec proclamó finalistas a los centroeuropeos en el sexto lanzamiento. Los ingleses no pudieron con Alemania, a pesar de adelantarse en el marcador por medio de Shearer. Stefan Kuntz empató para los germanos e incluso marcó otro tanto legítimo que fue anulado por el árbitro. La ventaja de jugar en casa, como había sucedido en el duelo previo contra España. Honradez e imparcialidad arbitral ante todo. ¡Pues no faltaba más! También se llegó al desenlace por penas máximas. Andreas Möller marcó el sexto después de que Southgate estrellara el suyo en el cuerpo de Köpke. Alemanes y checos, como veinte años antes (cuando el penalti de Panenka), eran los finalistas. Hubo empate en el tiempo reglamentario y por vez primera decidió el gol de oro en la prórroga. Esta vez ganó Alemania.

El suplente Bierhof obtuvo la victoria

Checos y alemanes, ambos clasificados por penaltis, se alinearon con cinco defensas, si bien los germanos con laterales más ofensivos. El primer tiempo fue un duelo constante en el centro del campo sin apenas ocasiones peligrosas. En la segunda mitad, el árbitro italiano señaló como penalti una falta de Sammer sobre Poborsky cometida fuera del área. Pudo ser decisivo, pues Berger no lo desaprovechó. Entonces, Berti Vogts sustituyó al centrocampista Scholl por el ariete Bierhoff. El cambio resultó providencial pues el suplente, incorporado a última hora a su selección, resolvió el encuentro. Primero al conseguir el empate y después, en la prórroga, con el primer gol de oro de la historia eurocopera. Alemania se erigía por tercera vez como campeón del torneo.

l>Bierhoff marcó el tanto decisivo

La UEFA instituyó el gol de oro en los desempates. Con ello se pretendía ahorrar esfuerzos y tiempo. Bierhoff marcó para Alemania en el minuto 5 de la prórroga y puso fin al partido veinticinco minutos antes de la tradicional prolongación.