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Eurocopa 2004 | Italia 1 - Suecia 1

Italia no cambia nunca

De empate en empate hasta la victoria final

Eduardo Torrico
<b>GOLAZO. </b>Ibrahimovic, el nuevo Van Basten, se destapó con un gran gol para que Italia siga como siempre: empatando.

A Italia le falta tan sólo empatar con Bulgaria en la tercera jonrnada para ganar esta Eurocopa. A los italianos les van las situaciones extremas. Se clasificaron para cuartos de final en el Mundial de España empatando los tres partidos de la primera fase. Y lo ganaron. Son como el ave fénix: cuando parecen que están muertos, resurgen de sus cenizas. Y lo curioso del caso es que anoche controlaron con suficiencia su partido con Suecia durante 70 minutos. Luego, se echaron hacia atrás, quizá por esa tendencia natural que tienen de defender, y eso les impidió una victoria que, de haberse producido, hubiera sido incuestionable.

Nadie echó en falta a Totti. Casi podría decirse que a Italia le vino bien la ausencia de su estrella con vocación de llama. Trapattoni no tuvo más remedio que sacar a Cassano y, mira por donde, Cassano marcó el gol azzurro. No fue el único cambio del inmovilista Trap, que también puso a Pirlo en el equipo titular. Y para eso tuvo que variar lo que para él era intocable: su dibujo táctico. Italia jugó frente a Suecia con tres mediocentros (el susodicho Pirlo, flanqueado por los gladiadores Gattuso y Perrotta), señal inequívoca de que los nórdicos, tras su goleada a Bulgaria, infundían temor en Trappatoni.

Los italianos jugaron con autoridad desde el primer momento. Firmes en defensa y tenaces en la presión del mediocampo, no tardaron mucho en tener sus primeras ocasiones de gol. Una de Vieri, trompicado, a los tres minutos; un disparo de Perrotta que para Isaksson; un envío de Cassano que Vieri cabecea alto y un servicio de Zambrotta que Del Piero desperdicia lamentablemente. Panucci y Zambrotta, los laterales azzurri, se proyectaban una y otra vez por las bandas y por ahí llegaba el peligro. En el minuto 28, Del Piero empalma desde fuera del área un pase de Zambrotta e Isaksson desvía in extremis a córner. En el 33, otro centro de Zambrotta es cabeceado de nuevo alto por Vieri. Y en el 37 le toca el turno a Panucci. El romanista quiebra a dos suecos junto al banderín de córner, avanza unos metros, se cambia el balón del pie derecho al izquierdo y lo pone en la cabeza de Cassano, que marca por bajo. En el último suspiro del primer tiempo, Panucci y Cassano repiten la acción, pero en esta ocasión el cabezazo del delantero acaba en las manos de Isaksson.

Revulsivo. Suecia no pasaba de mera comparsa. Salvo un tiro alto de Ljungberg, tras recibir un taconazo de Ibrahimovic, y un pase de Ibrahimovic que fue despejado milagrosamente por Panucci cuando Ljungberg se disponía a fusilar a Buffon, los suecos estuvieron ausentes durante toda la primera mitad y casi toda la segunda parte. Pero en los últimos veinte minutos, cambió el decorado. Trapattoni se volvió loco con los cambios, buscando defender la corta renta que tenía. Los suecos empezaron a achuchar e Italia acabó atrincherada en su área. La salida de Jonson fue el revulsivo que les hacía falta para romper la barrera transalpina. En el minuto 78, un escalofriante derechazo del recién entrado fue magníficamente repelido por Buffon y, dos minutos más tarde, un cabezazo suyo salió rozando el laguero. Se estaba mascando la tragedia. El empate llegó en una jugada embarullada dentro del área que resolvió el más listo de todos: Ibrahimovic. Nadie sabe cómo pudo meter la pierna. Pero la metió y consiguió un empate que deja a Suecia a las puertas de los cuartos y a Italia en una situación crítica.

El detalle: Dos bajas ante los búlgaros

Cannavaro y Gattuso vieron ayer la segunda tarjeta en esta Eurocopa, por lo que Trappatoni no podrá utilizarlos en el próximo partido, contra Bulgaria.