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Historia de la Eurocopa (18) | SUECIA-1992

Una desastrosa actuación española

El grupo de clasificación era complicado con franceses y checos como principales rivales. No se puntuó en París ni en Praga y se rompió contra Francia la histórica imbatibilidad de Sevilla. Para mayor ridículo se perdió frente a Islandia

Bernardo Salazar
<b>VENCIDOS EN SEVILLA</b>. Zubizarreta, Bango, Vizcaíno, Abelardo, Hierro y Solozábal; Butragueño, Cristóbal, Manolo, Sanchis y Martín Vázquez.

Luis Suárez sustituyó a Miguel Muñoz al frente de nuestra Selección. Había sido un jugador extraordinario, posiblemente el mejor de nuestra historia futbolística, pero fracasó como conductor del equipo nacional. El grupo de clasificación para la Eurocopa 92 era complicado. Además de los comparsas (Islandia y Albania) figuraban dos fuertes selecciones (Francia y Checoslovaquia). Sin defensas laterales y con dos delanteros se derrotó a islandia en Sevilla. Fue un pésimo partido, con pobreza de juego, escaso espíritu combativo y una mínima victoria que no favorecía la diferencia de goles en caso de un empate final a puntos con alguno de los grandes adversarios. El desplazamiento a Praga se saldó con derrota. Llegamos a adelantarnos en el marcador (1-2), pero a falta de veinte minutos nos dejamos encerrar en el área de Zubizarreta y los checos remontaron. Los albaneses fueron presa fácil. Nueve goles se llevaron en el equipaje de retorno.

En febrero se viajó a París. A poco de comenzar marcó Bakero. El inicial dominio español no tuvo continuidad y una falta permitió el remate de Sauzée, gol del empate con el que se llegó al descanso. La segunda parte fue de clara superioridad francesa, reflejada en dos nuevos tantos de les bleus. La clasificación española pendía de un hilo.

Durante el verano, la Federación cesó al antiguo gallego de oro y puso en su lugar a Vicente Miera. Con el cántabro al frente se visitó Reykjavic en septiembre de 1991. ¡Qué vergüenza! Nuestros mimados profesionales fueron derrotados por los aficionados islandeses con un 2-0 humillante. La campaña mediática se desató contra los jugadores pero nadie pidió esta vez la cabeza del seleccionador. Era novato en el cargo...

Tres semanas más tarde se recibía a Francia en Sevilla. Vicente Miera apenas hizo cambios entre los hombres derrotados en Islandia y ello sí motivó esta vez la demanda de dimisión, pero, curiosamente, por estimar al seleccionador demasiado serio.

Desde 1923 había jugado nuestra Selección en Sevilla sin encajar una derrota. La noche del 12 de octubre de 1991 se rompió una imbatibilidad de casi sesenta y ocho años. Papin, Cantona, Angloma, Blanc, Deschamps, pero también Fernández, Amorós y Pérez, tuvieron la culpa.

El trámite con los checos se cubrió en medio de la indiferencia del público sevillano y el último encuentro, ante Albania, se anuló por ser ya intrascendente para la clasificación y los peligros existentes en la zona por culpa de la conflictiva situación política.

Miera hizo bueno a Luis Suárez

Bajo la batuta de Suárez se había perdido en Praga y París con un juego reservón y poco creativo. En el verano de 1991, Miera sustituyó al coruñés como seleccionador. Fue peor el remedio que la enfermedad. Nos humillaron los modestos islandeses con un 2-0 inapelable. Tres semanas más tarde, los franceses nos dieron la puntilla en el Villamarín. Por primera vez se perdía un encuentro internacional en Sevilla después de sesenta y ocho años. Si con Suárez se había fracasado, con Vicente Miera se llegaba a un ridículo sólo comparable al padecido en Helsinki en 1969. Como entonces, unos modestos aficionados derrotaban a los millonarios futbolistas españoles. Meses después, Miera conseguiría la medalla de oro en los Juegos de Barcelona sin que ello garantizase su permanencia en el cargo. Ni Suárez ni Miera gozaron nunca del favor mediático.