Salvador Van Nistelrooy

Ni había espacio, ni había ángulo, pero estaba Van Nistelrooy para hacer un gol imposible; de los que le acreditan como uno de los mejores nueves del mundo. Ese gol le salvó el pellejo a Advocaat, que planteó un partido cobarde para los recursos que tiene entre manos. Una alineación es la culminación de una idea y la de Advocaat ayer apuntó al blindaje y a la falta de respeto por un estilo y un sentimiento anudados a una historia protagonizada por un fútbol esplendoroso. Hay muchas formas de llevar el balón a los extremos y Advocaat eligió la más directa. Cambió esas circulaciones de balón, tan vertiginosas y tan excitantes para la grada, por los balones largos cruzados a las bandas. Con eso, el solito se cepilló a sus extremos, la única huella que no se atreve a borrar porque la holanda futbolera no se lo consentiría.

Se le vio demasiado el canguele a Advocaat con ese blindaje del doble pivote que resultó nefasto para los suyos. Optó por Davids y por Cocu y sentó en el banquillo al joven Sneijder. Dos tácticos en el medio; el equilibrio y el resultadismo siempre castiga al virtuoso.

Advocaat no parece entender que Holanda merece otra cosa, un equipo que sacie las ganas de buen fútbol de todas esas camisetas naranjas que llenarán todos los estadios en los que juegue. Esa gente entregada merece que se le respete la historia, porque es lo que les hace movilizarse. Esa marea naranja tiene un porqué y se llama Krol, Cruyff, los gemelos Van de Kerkhof, Jansen, Van Basten, Gullit... Nada que ver con jugar con Davids, con Cocu en el medio. Ni con elegir a Zenden como extremo izquierdo porque garantiza la ida y la vuelta. Aunque no asegure el desborde y la rosca tensa y precisa, que es lo que han hecho los extremos durante su bendita existencia. Al menos Overmars hizo pequeñas demostraciones de los deberes y exigencias de un futbolista pegado a la cal.

Puede que en el descanso Advocaat viera por los videomarcadores las imágenes de la Naranja Mecánica y del Ajax de las tres Copas de Europa y eso le condujera a hacerse una composición de a quién entrena y para qué. Dejo en la ducha a Davids y a Zenden y metió a Sneijder y a Overmars.

Sneijder.

La cobardía de no haber optado por el chaval desde el inicio puede volvérsele en su contra, porque Davids no acepta esas humillaciones. Se avecina tormenta dialéctica en la concentración holandesa. Con el chaval del Ajax ya en el campo, Holanda generó más fútbol y fue más coherente.

La pinta que tiene y la intención que muestra en cada balón descubren a un futbolista de una pieza, de esos nacidos para gobernar partidos.

Para Alemania, el achante inicial de Advocaat le le situó en el partido donde quería sin haber tenido que mover un dedo. Y claro, en su caso la historia es circular. Empiezan viéndolas venir, un saque de esquina envenedado por aquí, un lanzamiento desde fuera del área de Kuranyi por allí, una penetración de Lahm.... Detalles que le hacen crecer hasta que en una la enchufan. Todo presidido por Ballack y Hamann, que estuvieron imperiales. Los alemanes no hacen grandes alardes para jugar, pero siguen sacándole el máximo provecho a todas las minucias. Quizá no estén para dar lecciones de alta escuela, ni para mantener un nivel alto durante los noventa minutos, pero sí para saber cómo hay que desarrollar un partido. Hasta que Van Nistelrooy mata. Y no hay antídoto.

El detalle: El club de fans del portero

Los seguidores de Kahn dieron muestras de su apoyo en la grada. Por otro lado, Seedorf no entró en la convocatoria, por lesión, pero no estuvo en el banquillo.