Larsson y compañía ametrallan a Bulgaria

Suecia ejerció de nuevo como bestia negra de Bulgaria. Los escandinavos, que hace diez años privaron a la generación de Stoitchkov, Balakov y Kostadinov del tercer puesto en el Mundial de Estados Unidos, se beneficiaron de la endeble defensa búlgara para marcharse al descanso con una merecida victoria parcial (1-0).

No pudo ser peor la puesta de largo de Bulgaria en este Eurocopa de Portugal. Los hombres de Plamen Markov se dejaron abordar por los nervios, y su propia debilidad proporcionó huecos por doquier a una velocísima delantera sueca.

El trío formado por Ibrahimovic, Ljunberg y Larsson fue una pesadilla para la defensa de cuatro hombres en línea eslava. Centrales como Kirilov y Pazhin, demasiado lentos y corpulentos, fueron presa fácil para la rapidez de Ljunberg, que rompió el marcador a la media hora de juego tras aprovechar un pase de la muerte desde la parte derecha de Ibrahimovic.

Sólo Martín Petrov lo intentó

Si en los inicios habían sido los suecos los que llevaron el peso del partido, fueron los búlgaros quienes cogieron las riendas durante el ecuador de la primera parte. Pese a tener a Stilian Petrov demasiado retrasado, el jugador del Celtic puso los detalles de calidad en el centro del campo búlgaro, bien secundado por el interior izquierdo Martín Petrov, que con su incisiva zancada y su fijación por la meta contraria puso en evidencia al lateral Lucic.

Llegaron las ocasiones para los bulgarski, con remates consecutivos de Yankovich, M. Petrov y Berbatov, pero la sombra de la revancha no estuvo del lado eslavo. Los suecos, muchos más compactos y precisos, quieren continuar con su racha de nueve partidos consecutivos sin derrota frente a un rival que nada tuvo que ver con el que se clasificó brillantemente para esta Eurocopa.

Un espejismo en la reanudación

Prometía la segunda parte en sus inicios con dejar un partido entretenido y disputado de tú a tú. Sonó a dura charla de Markov en el vestuario cuando los búlgaros saltaron al campo enchufados y, al poco de sacar de centro, Yankovich malogró una ocasión clarísima de llevar el empate.

Suecia pareció no descomponerse, consciente de que su pegada haría el resto, y aguantó tocando el balón en la zona de atrás, con Svensson y Linderoth como pulmones del equipo, dueños y señores del centro del campo en el que nadie de Bulgaria tomaba el mando.

Entonces Larsson cogió su fusil. El ex delantero del Celtic de Glasgow asistió impasible a la ocasión más clara de los búlgaros, con una lanzamiento de rosca de Martín Petrov al segundo palo, y que la puntera de Berbatov no logró dirigir a la red escandinava.

Gol espectacular

Al saque de fondo, Ljunberg observó la internada de Edman. El lateral zurdo del Heerenveen puso un balón precioso al segundo palo, donde Henrik Larsson ejecutó el tiro de gracia. El tanto de la Eurocopa. Tenían razón todos los que aclamaron su vuelta a la selección sueca, de la que había decidido retirarse. Para compensar, Larsson anotó su segundo tanto al minuto siguiente.

A partir de ahí todo es para olvidar. Galopadas suecas por ambos flancos, desidia búlgara, lentitud de reacción en el banquillo perdedor y fertilidad goleadora sin perdón. Suecia masacró a un rival que miraba con ojos de fuego el 4-0 del Mundial’94. Esta vez lo superaron y Bulgaria selló su billete de vuelta a Sofía. Haide Bulgaria.