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Eurocopa 2004 | El análisis de Maldini

Estrellas y promesas

La cita de Figo

Tres años y medio después de recibir el Balón de Oro, encumbrado como uno de los mejores futbolistas portugueses de la historia y tras haberse proclamado campeón de Europa con el Real Madrid, a Luis Figo le llega el momento de verdad con la selección. Abanderado junto a Rui Costa de la generación de oro campeona del mundo juvenil en su país, de nuevo en casa le llega la presión. Desde que se le conocía como O Meninho y adornaba su habitación con un póster de Diamantino hasta hoy, a Figo no han dejado de sucederle cosas. Siempre mejoró en la banda derecha, aunque por su personalidad y potencia provoca estragos por la izquierda y Scolari le da libertad absoluta. Con todo el país engalanado con su imagen, seguro que tendrá esta tarde un recuerdo para su primer equipo, el Os Pasthilas, para Carlos Queiroz, que creyó en él como juvenil, y para su querido técnico Marinho Peres, que le lanzó a la Primera División. Un crack Luis Figo, maduro y líder de un equipo con una presión detrás casi insoportable.

Ricardo Carvalho

La última final de la Champions se recordará por la exhibición de Ricardo Carvalho. Un partido perfecto para un central sobrio, inteligente, sin aspavientos, de movimientos siempre con sentido. Un líder de la defensa al que por fin Scolari se ha visto obligado a dar un puesto en el equipo después de muchas pruebas. Sólo cinco partidos como internacional y no debería tener rival. En la selección portuguesa mantiene competencia sobre todo con el deportivista Andrade y la veteranía de Beto, pero esta Eurocopa debe despejar las dudas de Scolari. Si se decide por la pareja Andrade-Couto puede cometer un grave error.

Rolan Gusev

Un ocho de verdad amenaza a España, porque Gusev desborda bien por la banda y desde hace tres años se ha convertido en atracción principal del equipo revelación en Rusia, el CSKA de Moscú. Y además busca revancha, porque aún no ha digerido su exclusión de la lista del pasado Mundial. Aquella decisión de Romantsev fue sorprendente e injusta, porque Gusev estaba justo en su mejor temporada goleadora. Crecido en el Dinamo Dubil, pero formado en el Dinamo de Moscú, causó sensación nada más llegar al CSKA. Su potencia le permitió entonces empatar con Kirichenko como máximo goleador de la Liga. Es la referencia rusa en la banda.

No valen excusas con los excelentes Sub-21

Srna en Croacia, Moreira en Portugal, Schweinsteiger y Podolski en Alemania o Vonlanthen y Barnetta en Suiza. Todos acaban de jugar la Eurocopa Sub-21 y están en Portugal. ¿Extraño? Para nada, eso desenmascara a los técnicos que emplean la excusa de la Sub-21 para quitarse de encima problemas. Como Trappatoni con Gilardino y sus 23 goles o Markov con el búlgaro Kamburov, 25 en el Lokomotiv de Plovdid: ambos verán el torneo por la tele.

El gol de Anastopoulos, la marca griega a superar

Debuta esta tarde Grecia ante Portugal y, de momento, sólo Anastopoulos ha sido capaz de marcar un gol en una fase final de la Eurocopa. Fue ante los checos en Italia 80, único tanto y evitó el desastre griego. Anastopoulos acabó tras aquella Eurocopa en el Avellino italiano y al grito de Maradonopoulos le recibieron en la ciudad. Duró poco, claro. Y nunca más se supo de un jugador que marcó la cima griega en una Eurocopa.

Papadopoulos apunta muy alto

Si Grecia tiene poco gol, al menos ha sido capaz de producir un interesante delantero de la última generación. A simple vista, Dimitrios Papadopoulos parece un punta tosco, de los que llegan a un torneo como éste de relleno. Pero con 17 goles es en el nuevo héroe del Panathinaikos y un candidato a jugador revelación.